alcalde de santo domingo oeste
Buscan solución a calle convertida en criadero de peces
“Hay dos cañadas que se juntan y cuando el agua se reboza, que no tiene para donde correr, se apoza ahí, pero ya estamos buscándole solución’’, dijo Peña al ser contactado.
Luego de que la calle 6 de Arroyo Bonito se convirtiera en un criadero de peces por la cantidad de aguas estancadas en la misma, el alcalde de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, manifestó que a esta problemática ya se le está buscando solución.
Al referirse al problema, el alcalde indicó que en el área hay dos cañadas que se juntan y cuando estas se tapan, el agua se “posa en esta calle”, además de que el sector antiguamente era un arroyo, pero se fueron construyendo casas. No obstante, Peña afirmó que ya se está trabajando para evitar que esto siga sucediendo en la zona.
“Hay dos cañadas que se juntan y cuando el agua rebosa, que no tiene para donde correr, se posa ahí, pero ya estamos buscándole solución’’, dijo Peña al ser contactado.
Asimismo, el funcionario pidió tiempo y cooperación de los comunitarios, ya que corregir el tema de las aguas estancadas “no se soluciona de un día para otro”.
La situación por la que atraviesa la calle 6, de Arroyo Bonito, en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste, fue evidenciada en un reportaje publicado por este medio que expone que, a dos años de vivir bajo estas aguas sucias y vulnerables a las enfermedades o incluso el virus del dengue, los comunitarios siguen clamando la intervención de la vía.
La agonía se apodera de los moradores conforme pasa el tiempo y como la calle es imposible de transitar, han establecido caminos a base de la colocación de bloques, mientras que los vehículos y los motores buscan otras alternativas o se arriesgan a penetrar las aguas sin saber que les espera, debido a los daños causados por las aguas estancadas.
Tres muertes
La mayor catástrofe en la zona ocurrió el año pasado cuando los torrenciales aguaceros de noviembre dejaron al sector de Manoguayabo sumergido en escombros y con la muerte de tres personas a causa de las inundaciones.
Buscando prevenir que algo similar vuelva a ocurrir los comunitarios continúan alzando la voz para poder salir de las aguas estancadas, que son un foco para los criaderos de mosquitos y la proliferación de enfermedades.
Al abrir sus puertas muchos de los moradores con lo primero que se topan es con esta especie de arroyo, al que incluso los niños han tomado como un río cualquiera en el que pescan, hacen barcos de papel y juegan con las aguas estancadas.
El mayor temor de los residentes de la zona es que las lluvias incrementan las inundaciones y el agua termina arropando sus casas, como ya ocurrió en noviembre del año pasado.