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Se sienten como huérfanos por ola de asaltos

Residentes en el sector el Brizal, distrito municipal La Guáyiga de Pedro Brand, expresan su preocupación ante la inseguridad que se vive en su zona, indicando que a las cinco de la mañana varias madres han sido víctimas de asaltos cuando se dirigen hacia sus trabajos, obligándolas a regresar a sus casas porque “las dejan sin nada”.

Los comerciantes se han visto precisados a colocar verjas en sus negocios.RAÚL ASENCIO/LD

“Somos huérfanos de las autoridades, aquí la policía no patrulla”, expresó Jazmín de Jesús, hermana de Javier de Jesús Hernández, uno de los jóvenes evangélicos ultimado en el kilómetro 32 de la autopista Duarte.

Ella, además de desconocer el porqué de los hechos, vive consternada ante la falta de seguridad en su sector.

De Jesús indicó que hasta el momento sólo sabe lo que ha salido a relucir en las noticias de la muerte de su hermano y que cuando se enteró de que uno de los presuntos asaltantes había caído abatido, sus esperanzas de obtener respuestas sobre lo que pasó se desvanecieron.

“Nosotros estamos hablando de un supuesto atraco donde a mi hermano no se le quitó nada: no se llevaron pasola, no se llevaron teléfono, no se llevaron cartera, nada”, es la incertidumbre que arropa a los familiares de la víctima.

Residente en el sector el Brizal, distrito municipal La Guáyiga de Pedro Brand, Jazmín manifestó su preocupación ante la inseguridad que se vive en su zona, indicando que a las cinco de la mañana varias madres han sido víctimas de asaltos cuando se dirigen hacia sus trabajos, obligándolas a regresar a sus casas porque “las dejan sin nada”.

Para Feliciana de Jesús, madre del joven ultimado, “la soledad que tienen de la autoridad” en la zona tampoco pasa desapercibida, pues si bien la muerte de su hijo no ocurrió en el sector donde vive, teme que ante los constantes asaltos ocurra algo similar.

“Nosotros dormimos porque tenemos la fe en Dios y Él no duerme”, aseveró la madre.

El clamor de los familiares del joven ultimado también fue compartido por varios residentes de la zona, quienes manifestaron que la falta de patrullaje en el sector agudiza la inseguridad en la que viven.

“Si la delincuencia está de esquina en esquina y la Policía no pasa, como los delincuentes no van a estar en la calle haciendo y deshaciendo”, dijo Víctor Vicente, quien trabaja en un colmado y lleva 20 años residiendo en el sector.

La situación ha llegado a invadir de temor a los residentes y algunos alegaron que prefieren no denunciar los asaltos para “no meterse en problemas”.

Tal fue el caso de Feliz Ramírez, quien al ver que su declaración iba a ser grabada en video se negó a continuar la conversación. “Uno denuncia y fácilmente lo que uno se puede buscar es un problema”, fueron las palabras del comerciante.

Ante su negativa, los periodistas de este diario decidieron bajar los equipos y continuar la conversación con el morador a punta de voz, a lo cual el ciudadano accedió. “A mí no me atracan porque puse hierros. Hubo una época en donde los asaltos a los comerciantes eran frecuentes y decidí tomar precauciones”, afirmó Ramírez.

Aracelis Frías, es otra residente que no ocultó su miedo al hablar de la situación, sin embargo, accedió de manera valiente a develar su inquietud. “El país está feo, porque uno tiene miedo de salir a las calles, aquí atracan a cada rato de día y de noche, no tienen hora para atracar. Entonces si tú dices algo, ellos te quieren matar, entonces uno a veces tiene que quedarse hasta callado”, puntualizó la dama.

A Joselo tampoco le llevaron nada

Los familiares de José Manuel Gómez Jiménez, el segundo joven asesinado en el supuesto asalto y conocido en el sector cariñosamente como Joselo, al ser abordados también indicaron que a su pariente tampoco le llevaron nada. “Nos entregaron dos teléfonos, uno de ellos tiene rastros de un impacto de bala, la pasola; todo lo entregaron”, manifestó Germania Jiménez Guzmán, madre del joven muerto.

Ante el comunicado de la Policía Nacional de que habían ultimado a “Linquito”, uno de los implicados en la muerte de su hijo, la madre expresó que “si lo matan a ellos, su madre va a sentir el mismo dolor que yo tengo”, por lo que “hubiese querido que se arrepintiesen antes de partir”.

Las incógnitas continúan rodeando este caso, mientras que la última información ofrecida por la Policía es que sigue ampliando las investigaciones para identificar la persona que acompañaba a “Linquito” al momento de matar a los jóvenes cristianos Gómez Jiménez y Hernández de Jesús.

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