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Finjus advierte el transporte es un problema agudo en el país
Agregó que pese a los planes para su reorganización, el transporte y tránsito vial es una de las mayores causas de inseguridad en la actualidad.
El director ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, afirmó que el transporte se ha convertido en un problema agudo en los últimos años.
Agregó que pese a los planes para su reorganización, el transporte y tránsito vial es una de las mayores causas de inseguridad en la actualidad. “Esto viene aparejado con el aumento del congestionamiento y demoras en las vías públicas, que afectan por igual a ciudadanos y el sector público”, expresó Castaños Guzmán, quien agregó que “es evidente que cada año se agrava el desplazamiento y la realización de las actividades cotidianas.
Sostuvo que se destacan, como fuente directa de este fenómeno, el incremento desordenado de vehículos no aptos para circular, muchos de los cuales brindan un pésimo servicio a los usuarios.
“Como otros problemas sociales, ante la ausencia de soluciones colectivas provenientes del Estado, la mayoría de la población solo piensa en su realidad particular y cree que comprando un carro o una motocicleta resolverá su caso. La falta de competencia de las agencias del Estado ha permitido que el sistema del motoconcho se consolide como el medio preferido de transporte en todas las clases sociales”, apuntó Castaños Guzmán.
Expresó que se debe reconocer que esta realidad tiene décadas de existencia y lo que vemos cada año es su crecimiento desenfrenado. La ausencia de políticas públicas claras, la insuficiente cantidad de agentes entrenados para hacer cumplir la ley e imponer el orden, están en el centro de la causa de este problema.
“El desorden y el caos en el tránsito se han ido agudizando hasta convertirse en un peligro para la seguridad y la calidad de vida en todas partes. La capacidad de las vías públicas exige un plan de mitigación para liberar la creciente congestión de los espacios, que solo genera desasosiego y una demanda continua que reclama racionalizar el uso de las vías”, apuntó. Dijo que que no existe un verdadero sistema de control del tráfico, ni consecuencias para los infractores, o mecanismos de coordinación para la movilización de los trabajadores, empleados y estudiantes.