En la Nueva Barquita no sufrieron embates de las lluvias

Los residentes de la Nueva Barquita manifestaron sentirse “bien y tranquilos” luego de no volver a experimentar las situaciones alarmantes en tiempos de lluvia, a propósito del torrencial aguacero del pasado fin semana.

Algunos de los residentes aprovechaban el “sol brillante” para recrearse en familia, con amigos y vecinos a las afueras de sus casas, luego de varios “días grises”.

Manifestaron alegremente que con el paso de la lluvia no se vieron afectados y que en todo momento se sintieron seguros y sin temor a inundarse, ya que gracias al sistema de drenaje el agua sigue su curso.

“El drenaje está muy bien, automáticamente llueve el agua corre y estamos tranquilos”, expresó Alonso Perdomo, comunitario y presidente del Club Deportivo de la Nueva Barquita.

Perdomo, quien fue desalojado de La Ciénaga, aseguró “sentirse bien, cómodo y fuera de peligro”, luego de ser testigo de cómo a sus vecinos se les inundaban las casas en el referido barrio.

Otros desalojados del barrio 27 de Febrero recordaron como la cañada se les llevaba todo a su paso, ahora expresan sentirse bien, pero por otra parte lamentan la tragedia que causó los aguaceros en el país.

“Lo que pasó fue grande”, dijo, haciendo referencia a las 30 personas fallecidas reportadas hasta este momento en diferentes partes del territorio dominicano.

“Lamentamos eso porque a uno le afecta de cierta manera”, dijo Mario Moreno, quien se encontraba recreándose fuera de su casa.

La Nueva Barquita es una solución social y habitacional modélica replicable en el país que se llevó a cabo en 2016 durante el gobierno de Danilo Medina.

Benefició al menos 600 familias que fueron desalojadas de diferentes barrios de la ciudad, principalmente de las orillas del río Ozama, de La Ciénaga y zonas aledañas.

Con una área protegida de 48,230 metros cuadrados, el proyecto consta de 1,782 apartamentos de entre 68 y 76 metros cuadrados, tres habitaciones, sala, comedor, cocina, área de lavado, baño, balcón.

La Nueva Barquita es un sector con calles arborizadas, sin basura visible, debido a que cuentan con un sistema de contenedores y otros beneficios.

También posee salón multiusos, dotación policial, polideportivo, fiscalía, estancia infantil, centro Progresando, cableado eléctrico soterrado, un liceo, centro de diagnóstico y tres plantas ecológicas de tratamiento de aguas residuales que contribuirán a la sostenibilidad medioambiental del proyecto y su entorno, así como al ahorro de recursos en combustibles, entre otros beneficios para la comunidad.

Para muchos ha sido un cambio “del cielo a la tierra” porque disfrutan de viviendas dignas, en un proyecto con casi todos los servicios que requieren para vivir, sin temor a las lluvias ni a las amenazas por un eventual desbordamiento del río Ozama.