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El Túnel de Capotillo cambia con saneado de cañada

Por más de 20 años, numerosos baches y hoyos decoraban la calle de ese lugar, mostrando mayormente un aspecto sucio y abandonado.

Los trabajos para recuperar la cañada de Capotillo están avanzando.

Los trabajos para recuperar la cañada de Capotillo están avanzando.Leonel matos

La luz ha llegado al final del túnel. La metáfora hace referencia a un barrio localizado en el corazón del Ensanche Capotillo, en el Distrito Nacional, que ha comenzado a vivir un proceso de transformación urbana tras el remozamiento de su cañada: ‘El Túnel de Capotillo’.

Lo que parecía algo imposible para los casi 12 mil habitantes de El Túnel, ahora se ha vuelto una realidad. La única calle que atraviesa el barrio (de unos 700 metros de largo), y que conduce hasta la ribera del río Isabela, ya se encuentra asfaltada, mientras que se prepara un sistema de distribución de agua potable.

Un equipo de Listín Diario se trasladó ayer hacia el lugar, donde ha observado el avance de los trabajos de reconstrucción y remozamiento de la cañada, que iniciaron hace alrededor cinco o seis meses. La obra es dirigida por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd).

El asfaltado de la calle está listo en un 80 a 90 por ciento, mientras que todavía falta por construir los contenes y las aceras, que irán acompañados con iluminación y “embellecimiento”, según ha explicado el presidente de la junta de vecinos, Alex Sosa.

Nosotros (comunitarios) aquí en El Túnel necesitábamos esta obra maestra. (Nos sentimos) excelentes y maravillados, porque nos da buen acceso, vamos a tener agua potable permanente y el tendido de la luz se va a reorganizar”, ha comentado Sosa, mientras camina por el corazón del barrio.

Por más de 20 años, numerosos baches y hoyos decoraban la calle de ese lugar, mostrando mayormente un aspecto sucio y abandonado, con olores pestilentes.

Pero, ahora “es un cambio del cielo a la tierra”, según ha expresado el presidente de la organización comunitaria, al tiempo de añadir que dentro de unos dos meses ya debe estar lista la obra.

Un tramo de la calle en el corazón del 'Túnel de Capotillo'.

Un tramo de la calle en el corazón del 'Túnel de Capotillo'.Leonel Matos/LD.

El recorrido sigue. Desde un colmado, el sonido de una canción del género urbano ‘Dembow’ armoniza el ambiente. Es la música que todos prefieren allí. A pocos metros más adelante, hay un pequeño parque con columpios: una niña se recrea, mientras que otros niños se divierten entre sí.

Al frente, está Minori Medina, quien tiene “toda una vida” residiendo en el Túnel. Para ella, la reconstrucción ha mejorado el barrio. “Como estaba antes, estaba feo”, ha recordado la moradora, mientras pasaba el rato sentada en una silla plástica, detrás de su casa. 

La visita de Listín Diario se produce un día después de la entrada de la tormenta tropical Franklin en territorio nacional, cuyo paso dejó a medio país inundado, con dos víctimas mortales y unas 678 casas afectadas, según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). 

Alrededor de 15 familias, que viven a orillas del río Isabela, justo donde mueren los límites de esta barriada, se trasladaron al Centro Educativo “El Túnel”, para refugiarse debido a los estragos de Franklin en la capital. No obstante, este lugar no vivió momentos agónicos, como otras demarcaciones, salvo las familias de la rivera del arroyo.

En la escuela todavía quedaba una de las familias damnificadas: Adela Pinales, de 69 años, su esposo, sus hijos (que no estaban en el momento) y sus nietos. En un salón de clases, donde pasaron la noche hasta la tarde de ayer, se encontraban sus ajuares: una lavadora, una nevera, un abanico, una cama, entre otras pertenencias.

Pertenencias de Adela Pinales en el Centro Educativo "El Túnel", donde permaneció junto a su familia refugiada tras el paso de la tormenta tropical 'Franklin'.

Pertenencias de Adela Pinales en el Centro Educativo "El Túnel", donde permaneció junto a su familia refugiada tras el paso de la tormenta tropical 'Franklin'.Leonel Matos/LD.

Cada vez que sube ese río (Isabela) es una zozobra de vida que nosotros a veces estamos acostados a horas de la noche y tenemos que levantarnos sin saber adónde vamos a ir”, ha comentado la señora.

Cuando Medina cocinaba el almuerzo del mediodía, el río comenzó a crecer, producto de las violentas precipitaciones de Franklin. Fue un momento decisivo para sacar lo más que podía de la casa junto a su esposo y sus hijos.

Se dañaron muchas cosas. Un mueble se quedó adentro (de la casa) que no pude sacar. No me dio tiempo. Mucha ropa, cortinas, sábanas, mosquiteros, de todo…”, ha detallado, al tiempo de calificar como un “infierno” esa problemática.

De acuerdo con el presidente de la junta de vecinos, la zona donde están ubicadas las casas a orillas del Isabela no pertenece a la obra de reconstrucción y remozamiento de la cañada del Túnel, ya que no fue licitada para su ejecución.

Sin embargo, ha asegurado que harán lo posible de intervenir ese perímetro, para mitigar las inundaciones.