Nuestras tablas vistas por dos actrices
El teatro es una rama de las artes escénicas en constante evolución, que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las áreas más expresivas en busca de expandirse hacia los distintos espacios de la sociedad.
Los cambios que ha dado van de la mano con el crecimiento visualizado en los dramaturgos, directores y el público, que son los que tienen un contacto directo con las producciones. Además, ha alimentado su desarrollo con el cine, televisión y los musicales.
A pesar de los años y cambios, una de las interrogantes más frecuentes es: ¿qué retos asume el teatro en el país? pues aunque se registran avances, en diferentes ocasiones han surgido amenazas.
En respuesta a esa pregunta y otras presentadas en este escrito, las actrices Aidita Selman y Lill Taveras, opinaron sobre sus vivencias en el mundo de las tablas.
Uno de los principales retos para el teatro, luego de haber establecido una conexión con el público, fue la pandemia de COVID-19, que obligó a los actores a encerrarse en sus hogares casi sin esperanzas y esto los llevó a un punto límite en el que sintieron que sus logros poco a poco se iban perdiendo.
Para la actriz Lill Taveras, uno de los retos principales es el conflicto moral que implica el mundo teatral.
“En el país funcionan mucho las relaciones, no solamente en el teatro. Si bien es cierto que el trabajo constante del actor está en audicionar, en ocasiones se sacrifica talento por reconocimiento o influencia. Entonces, uno de los mayores retos que enfrentamos está en obtener la oportunidad”, explicó.
De igual manera, uno de sus comentarios es que se pone en juego la dignificación del trabajo, porque en ocasiones hay que sacrificar honorarios y condiciones laborales “para aceptar una oportunidad”.
En el caso de Selman, un gran reto ha sido “cada obra”, puesto que las llegadas al escenario para interpretar algún papel se sienten como la primera vez.
Un señalamiento en el ámbito de la actuación teatral también es el “esfuerzo económico”, puesto que lo visualizan como un obstáculo para que los actores se encuentren con su público. Ante esto, el cambio en ese aspecto es que ahora, a parte del teatro, también se le brinda una valoración a la danza tanto contemporánea, como folklórica.
A raíz de los retos evidenciados: ¿qué tan rentable es estudiar teatro en el país?
Taveras indica que estudiarlo es tan rentable como cualquier otra carrera, sin embargo, la mayoría de las profesiones para ser bien remuneradas deben estar acompañadas del pluriempleo, ya sea dentro de la misma profesión o cualquier otra rama.
“El teatro se maneja por proyectos, lo que quiere decir que no hay una certeza de ingresos fijos para todos los actores que esté nivelada o estandarizada, porque no todos los perfiles funcionan para todos los proyectos y a la vez, no todas las producciones aguantan una estandarización de los honorarios”, aseguró.
Por el cuestionamiento, las palabras de Selman fueron: “antes se hacía teatro por amor al arte, pero ahora, si no hay una ley que empuje, no se vive del teatro”.
Evolución del teatro
Para conocer la evolución del teatro, es necesario adentrarse a su origen, que fue en 1588, en un tiempo en que las producciones eran muy pocas, según la página ‘Conoce la Historia’.
En aquel momento, el teatro era asociado con el aburrimiento y no recibía gran apoyo; esto cambió cuando se puso en escena el teatro romántico, la comedia, teatro musical, el drama y las tragedias.
El teatro era visto como una forma de expresión y demostración. Sin embargo, ahora se percibe como un espacio artístico que une la pasión con la dramatización de historias que transmiten un mensaje de valor para los verdaderos amantes del arte.
Con las observaciones realizadas, las actrices coinciden en que es necesario establecer una ley para regular los trabajos que se realizan para el teatro.
“Es de suma importancia una regulación del trabajo teatral en ley, que permita a los actores estar protegidos, por un código ético y laboral que pondere las condiciones del trabajo, las remuneraciones justas, el establecimiento de horarios, el cumplimiento de acuerdos y seguridad”, fueron las palabras de Taveras.
Selman dijo: “el sector teatral necesita una ley de mecenazgo. Así como se le otorgó al cine, sin ser una industria formal en el país. Las artes escénicas, no solo el teatro, sino la danza y la música académica, merecen este empuje para motivar que los artistas de calidad sean los que primen”.
Según los cambios establecidos, las principales observaciones se dirigen a la regulación del trabajo de los actores teatrales, para obtener un equilibrio entre las remuneraciones y motivaciones.