El viacrucis de Yordy; el adolescente ultimado en Los Guandules que quería “sacar a su familia” del barrio
Las autoridades apresaron a uno de los dos hombres señalados por la muerte del joven de 13 años de edad
Alrededor de las 11:00 de la noche del miércoles, Yordy Guillermo Rodríguez, salió desde su casa hacía un colmado ubicado en la calle La Milagrosa de Los Guandules del Distrito Nacional, a comprar pan para el desayuno del día siguiente.
En ese trayecto, Guillermo Rodríguez se encontró en medio de conflicto entre bandas y una de las balas alcanzó su abdomen, falleciendo por esa herida mientras recibía atenciones en el área de emergencias del Hospital Francisco Moscoso Puello.
Sin embargo, no fue hasta la tarde del viernes que sus familiares pudieron realizar el velatorio debido a los estudios forenses que estaba realizando el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Allí, en la residencia donde el adolescente de 13 años residía junto a su abuela y su tía, quienes eran sus tutores, ya que su madre se encuentra fuera del país, sus familiares lloraron su muerte.
Su tía, Rafaela Paredes, se dirigió a los medios de comunicación y exigió justicia por el hecho, al tiempo que describió a su sobrino como un adolescente tranquilo y estudioso, que se encontraba cursando el primer grado de secundaria en la Escuela Domingo Savio Fé y Alegría y soñaba con “sacar a su abuela del barrio”.
“Nosotros lo que queremos es justicia, en primer lugar la justicia de Dios para que no sigan haciendo daño, porque nada más no fue a él solo y la justicia terrenal, que la justicia cumpla con eso, porque eso fue un abuso ese niño de 13 años”, dijo Paredes, quien afirmó que las intenciones de Yordi era “sacarlos del barrio” y buscar un mejor lugar para vivir.
“Él quería ayudar a su abuela a salir de aquí…. quería superarse, quería ser un hombre bien”, añadió Paredes.
En homenaje al adolescente, su ataúd está lleno de firmas de sus compañeros de clase.
De su lado, María Bella Medina, vecina de Rodríguez, relata que Yordy era humilde, respetuoso y de trato afable con los mayores, a la vez de pedir mayor intervención de las autoridades policiales en la barriada, ya que sostiene “los delincuentes están acabando con la juventud”.
Al cuarto día
Fue cayendo la tarde del sábado y entre lágrimas, un desfile de motores y botellas de cerveza, fueron sepultados los restos del adolescente.
El cementerio Cristo Redentor fue recibiendo allegados, vecinos, familiares y amistades de Yordy, quienes transitaban por las calles del Campo Santo en un desfile en motores calibrando y realizando maniobras; mientras que otros comenzaron a destapar cervezas.
Precedida por canciones como "Mi Hermanito Se Fue" y " Mataron a un inocente", los presentes en la sepultura comenzaron a sonar y arrancar los motores de las motocicletas mientras el ataúd era introducido en el nicho.
"Él era loco con los motores, eso era lo que a él le gustaba, vivía calibrando; hay videos de él haciendo malabares, calibrando y de to'", comentaba a LISTÍN DIARIO uno de los presentes, indicando que su apodo de "La Máxima" se le fue otorgado por esas características.
Mientras el sonido de los motores se esparció por todo el cementerio, el llanto de Rafaela Paredes tambíen se hacía escuchar entre los presentes.
"Mi muchachito, mi muchachito, su mamá que me lo dejó y que yo le voy a decir", exclamaba Paredes, mientras uno de sus hijas y prima de Yordy tuvo que ser socorrida por sus familiares.
Presencia policial
Desde que la marcha fúnebre ingresó al Campo Santo, unidades de la Policía Nacional se mantuvieron presentes en los alrededores del nicho en dónde se realizaría la sepultura de Yordy.
Un detenido
También el sábado, las autoridades apresaron a uno de los dos hombres señalados por la muerte del adolescente; el detenido por agentes adscritos a la Dirección Central de Investigación (Dicrim) fue identificado como José Ángel Acosta Ramón, alias “Macaco el guardia”.
El detenido será puesto a disposición de la justicia, para los fines legales correspondientes.