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50 años de su asesinato

Orlando Martínez en el recuerdo de Onorio Montás, su gran amigo

Onorio recordó haberse encontrado a Neit Nivar Seijas, entonces jefe de la Policía, a quien describió como un personaje “peculiar, con una voz aguardentosa”.

Onorio Montás fue fotógrafo de la revista Ahora, y compartió con su amigo Orlando Martínez, quien fue asesinado el 17 de marzo de 1975.

Onorio Montás fue fotógrafo de la revista Ahora, y compartió con su amigo Orlando Martínez, quien fue asesinado el 17 de marzo de 1975.Archivo

Uno de los amigos más cercanos de Orlando Martínez lo fue Onorio Montás, fotógrafo de la revista Ahora, quien compartió con él innumerables momentos y anécdotas que demuestran su carácter y pasión por el periodismo.

A pesar de no considerarse un fotógrafo experimentado en ese entonces, la relación se estrechó cuando Onorio sugirió cambios en el diseño de la portada de la revista, lo que llevó a una reunión con Rafael Molina Morillo y a una colaboración más cercana con Orlando.

Onorio compartió al ListínDiario que Orlando y él tenían una programación semanal, que incluía visitas a librerías los sábados en busca de novedades para una pequeña columna de recomendaciones literarias en la revista.

Onorio recordó haberse encontrado a Neit Nivar Seijas, entonces jefe de la Policía, a quien describió como un personaje “peculiar, con una voz aguardentosa”.

Durante el encuentro, Neit Nivar le preguntó a Onorio si Orlando aceptaría reunirse con él, algo que sorprendió a Onorio, ya que el jefe de la Policía tenía muchas formas de contactar a Orlando directamente.

Onorio sentía que Nivar Seijas tenía una imagen distorsionada del periodista, como si lo considerara un alguien peligroso.

Onorio, conociendo a Orlando, le aseguró a Nivar Seijas que aceptaría la reunión.

El jefe policial, entonces, le entregó un número de teléfono escrito en un papel.

Finalmente, la reunión entre Orlando y Neit Nivar se llevó a cabo.

Tiempo después, Orlando le mostró a Onorio un pequeño revólver de cañón corto, niquelado, guardado en una caja. “Mira lo que me regaló Neit Nivar”, así lo contó Onorio.

Este revólver sería el arma con la que Orlando intentaría defenderse el día en que fue atacado. Sin embargo, no tuvo oportunidad de utilizarla.

visitas

Contó que, en una de esas visitas, se encontraron con el jefe de la Policía de la época, José Ernesto Cruz Brea, a quien se señaló en ese momento como posible sospechoso en el asesinato de Orlando, posteriormente fue descartado.

Sus tardes solían finalizar en un icónico café en el malecón, donde discutían sobre política, arte y sociedad. Y de vez en cuando, se dirigían a los carros chocones.

Montas recordó con nostalgia y admiración la figura de Orlando, un hombre militante que nunca dejó de cuestionar las injusticias de su tiempo. Aunque Onorio no militaba en ningún partido, su vínculo con Orlando se basó en el respeto y la admiración mutua.

Con el tiempo, han quedado pocos amigos que puedan dar testimonio de quién era Orlando, y Onorio es uno de los pocos que aún pueden hablar de su vida con detalle y emoción.

“Yo lo conocí a plenitud”, afirmó Onorio, recordando con orgullo la amistad que compartieron y la lucha de Orlando por una sociedad más justa.

Onorio fue muy cercano a la familia de Orlando. Tanto, que la madre de Orlando, Adriana Howley, le dio una copia de la llave del panteón para que “no lo dejara solo”.

Onorio contó al Listín Diario que frecuentaban un salón llamado Los Divinos, el cual siempre estaba lleno de “reinas de belleza”.

Para Onorio, su amigo “era una persona enamorada de la vida y enamorada de las mujeres”.

Como fotógrafo, realizaba intercambios con el salón: tomaba fotografías de las modelos para su publicación y, a su vez, promovía el salón en la revista Ahora.