Estructuras impositivas que funcionaban en el pasado
En nuestra República Dominicana, en el pasado no tan reciente, todavía se recuerda, algunos con mucho humor y otros con pánico, la implantada práctica militarista sobre políticas públicas.
Nos referimos a algo tan sencillo, como el que, para entonces, los gobernadores de provincias eran militares; que a los hospitales (no así el caso de las maternidades, que llevaron de nombre Altagracia), ni por justicia o lógica se le puso el nombre de un renombrado médico, si no el de un general.
¿De dónde viene que el jefe del agua, encargado de repartirla entre los parceleros o productores agrícolas, lleve de título “Cabo de agua? ¿Y que actúe hasta con la misma jerga militar a las anteriores?. También, se recuerda el famoso mulo de apodo “Coronel”, oriundo de Las Terreras, que tuvo lo osadía, igual a la de un humano, de morder la mano al cobrador de impuestos cuando éste la extendió, sí se quiere, en señal de protesta.
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