Cepillo y pasta dental con flúor: un dúo efectivo en la salud bucal
La caries dental es una de las enfermedades más prevalentes a nivel global, impactando negativamente la calidad de vida al interferir en actividades cotidianas esenciales como comer, dormir y hablar. Además, puede tener repercusiones en la salud general, lo que subraya la importancia de cuidar la salud bucal como componente integral del bienestar total. Uno de los métodos más efectivos y accesibles para prevenir enfermedades en la boca es el cepillado adecuado, especialmente cuando se utiliza una pasta dental que contenga al menos 1000 partes por millón (ppm) de flúor. Este mineral fortalece el esmalte de los dientes frente al ataque de los ácidos producidos por las bacterias presentes en la placa dental y ayuda a prevenir el desarrollo de caries dental. Por ende, el uso combinado del cepillado con una pasta con flúor es una estrategia fundamental en la promoción de una salud bucal óptima.
En los últimos años, han surgido preocupaciones acerca de la posible toxicidad del flúor y sus efectos adversos. Algunos estudios han sugerido que la exposición excesiva podría estar asociada con problemas de salud, generando incertidumbre en la población sobre su seguridad. Sin embargo, la evidencia científica actual confirma que el uso tópico del flúor en las cantidades adecuadas es seguro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Dental Americana (ADA) respaldan el uso cotidiano del flúor para la prevención de la caries dental. Estas instituciones enfatizan que los beneficios en la reducción de esta enfermerdad son significativos. De hecho, la OMS ha incluido la pasta dental con flúor como un producto sanitario esencial en su “Estrategia y plan de acción mundiales sobre salud bucodental 2023-2030”, destacando su papel crucial en la salud pública. Este organismo invita a los gobiernos a implementar medidas que garanticen la accesibilidad y asequibilidad de la pasta dental con flúor para toda la población. Es imperativo destacar las cantidades recomendadas de pasta dental fluorada según cada grupo de edad, ya que las preocupaciones suelen originarse entre padres de niños muy pequeños que tienden a ingerirla. Para niños menores de tres años, se aconseja aplicar en el cepillo una cantidad equivalente al tamaño de un grano de arroz. De tres a seis años de edad, la cantidad ideal es similar al tamaño de un guisante, recomendación que también es aplicable a niños mayores e incluso adultos. Estas dosis permiten maximizar los beneficios del flúor en la prevención de caries dental, al tiempo que minimizan el riesgo de fluorosis dental. En situaciones donde los niños presentan un riesgo elevado de caries dental, el odontopediatra debe valorar de manera individualizada la necesidad de otras fuentes de flúor tópico según cada caso. Definitivamente, el cepillado dental con una pasta fluorada constituye una medida sencilla, eficaz y respaldada científicamente para mantener una buena salud bucal y, por ende, contribuir al bienestar general. Es responsabilidad de todos fomentar prácticas de higiene bucal adecuadas y educar sobre la importancia del flúor como aliado en la prevención de la caries dental.