Los restos del sargento mayor de la PN asesinado en Baní fueron sepultados
Todavía pasadas las 7:00 de la noche de este domingo, "El Boti" y "Mantequilla", sospechosos del crimen, seguían prófugos de la justicia.
Fotografía ilustrativa muestra tumba en cementerio.
En medio de un dramático cuadro de dolor bañado por el llanto de familiares, amigos y compañeros de trabajo del uniformado, fueron sepultados la tarde de este domingo en el cementerio del municipio de Sainaguá, en San Cristóbal, los restos del sargento de la Policía Nacional asesinado.
El altercado que desembocó en su muerto sucedió la tarde de este sábado en Baní al intentar frustrar un atraco que presuntos delincuentes cometerían en una banca de lotería ubicada en un residencial al sur de la ciudad.
El cadáver del sargento mayor Eddy Calcaño Castillo recibió el último adiós con los honores policiales de rigor al momento de recibir cristiana sepultura en el cementerio de Sainaguá, San Cristóbal.
Al sepelio del malogrado agente policial realizado en la funeraria La Esperanza, asistieron, además de familiares y amigos, altos oficiales de la Policía Nacional, otros rangos menores y alistados, encabezados por el Director General de la institución Mayor General Ramón Peralta Guerrero, quien ofreció apoyo a los familiares del policía abatido en el ejercicio de su deber.
“Ustedes no están solos, ustedes cuentan con el apoyo de la familia más grande que tiene el país, la Policía Nacional”, dijo el jefe de la uniformada al hijo mayor del sargento Calcaño Castillo.
También se ha establecido que todavía pasada las 7:00 de la noche de este domingo los cuerpos investigativos de la Policía continuaban en la búsqueda y persecución intensa de los dos supuestos responsables del asesinato del sargento Calcaño Castillo.
Los sospechosos del delito son Elvin Luego Pérez (El Boti), quien conducía la motocicleta donde se desplazaban los delincuentes y Henry Feliz (Mantequilla), quien habría accionado el arma que arrancó la vida al sargento mayor PN Eddy Calcaño Castillo.
Sobre estos dos prófugos, El Boti, de unos 20 años, y de Matequilla de 22 años, pesan órdenes de arresto por la muerte del policía.
Testimonios de residentes en esta ciudad sureña afirman que al Boti y Mantequilla, supuestamente, “habían atracado varias bancas de lotería en Baní durante esta semana”.