NARCOTRÁFICO

Figueroa Agosto: el “camaleón” puertorriqueño que se camuflajeó ante la justicia por una década

En una reciente aparición confesó la publicación de un libro que ha trabajado durante diez meses y contará cómo es el narcotráfico en República Dominicana

José David Figueroa Agosto a su salida de la cárcel el 27 de marzo de 2020

José David Figueroa Agosto a su salida de la cárcel el 27 de marzo de 2020Vanessa Serra Diaz/ archivo El Nuevo Día

El “Pablo Escobar del Caribe” escapó de la cárcel “Oso Blanco”, se camuflajeó como un camaleón y recurrió a constantes cambios de identidad y físicos para mantenerse en el anonimato y prófugo de la justicia por una década.

En 2010 fue detenido en la capital de Puerto Rico; fue liberado en 2020, y tras cuatro años de salir de prisión, en la actualidad, anuncia un libro donde revelaría el narcotráfico de República Dominicana, de acuerdo con una conversación que tuvo en el programa Alofoke, en YouTube. 

Pero, ¿cómo fueron los inicios de Figueroa Agosto y cómo se convirtió en una figura que todavía sigue en la memoria de los dominicanos a más de una década de sus casos judiciales?.

De acuerdo con una serie de reportajes publicados por el periódico puertorriqueño “El Nuevo Día”, llamada “Las Caras del Crimen”,  fue influenciado por una organización de narcotráfico liderada por Israel Ruiz Cáceres “El Viejo”.

En ese entonces eran inicios de los 90, Figueroa Agosto era un mecánico y había ganado varias carreras en lanchas rápidas. Y, justamente, Ruiz Cáceres usaba a lancheros dominicanos para enviar droga desde Colombia o Venezuela hacia Puerto Rico o República Dominicana: este fue quien lo conectó con carteles de Colombia. 

Ya cuando detuvieron a “El Viejo”, comenzaron a subir otras figuras del narcotráfico, incluido Figueroa Agosto. Ruiz Cáceres falleció en 2017 en una cárcel estadounidense.

Para 1995, Figueroa Agosto fue vinculado directamente con la muerte de Arnaldo Martínez “Nandy el Gruero”, quien habría robado un cargamento de droga a un cartel de Colombia. Por este crimen, Figueroa Agosto fue sentenciado a 209 años de prisión, pero lo cierto es que cuatro años después se escapó de la Penitenciaría Estatal de Río Piedras, mejor conocida como Oso Blanco.

La metodología utilizada fue la falsificación de excarcelación lo que hizo que tanto él como otras tres personas, Francisco Solano de los Santos, Juan Pablo Rojas y Arturo Gómez Atanasio, salieran de la cárcel sin tener que saltar rejas ni correr por su vidas.

De acuerdo con lo poco que se sabe de este escape, una mujer entregó documentos de excarcelación a una compañía de envíos que posteriormente fueron entregados el 5 de noviembre de 1999 a empleados de la cárcel. 

Estos papeles falsificados indicaban que el Tribunal de Primera Instancia de la Sala Superior de San Juan, Puerto Rico, había revocado las sentencias dictadas en contra del acusado. Inclusive, estos tenían firmas adulteradas del juez superior Ángel Ramírez, de su secretaria y un sello del tribunal.

Otro de los documentos era un “Certificado de Libertad”, que también mostraba las firmas de empleados de la cárcel.

Así que cuatro días después, Figueroa Agosto salió de la cárcel. Pero no fue hasta mediados del 2000, cuando las autoridades se dieron cuenta que ya no estaba preso. Todo vino porque alguien había alertado a las autoridades que lo habían visto caminando por las calles, y el fiscal del caso, Nelson Espinel Ortiz, visitó la cárcel para comprobar que efectivamente no estaba preso.

Por ese caso no se hicieron investigaciones.

Mientras estuvo suelto, vino a República Dominicana para comenzar a escalar en el mundo del narcotráfico.

Tenía en un principio dos nombres: uno que usaba en la alta sociedad, donde se describía como un arquitecto, que en realidad lavaba dinero, este era Cristian Almonte Peguero. Pero para hacer negocios con el bajo mundo se hacía llamar Ramón Sánchez, con el que se comunicaba con sicarios.

En declaraciones del jefe de la Policía dominicana de 2010, Rafael Guzmán Fermín, dijo que Figueroa Agosto se integró a la alta sociedad dominicana y hasta se vinculó con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Así como aprendió de “El Viejo”, comenzó a usar a pescadores para llevar dinero de Puerto Rico a Casa de Campo, en La Romana, y ahí cambiaban el dinero por droga.

Entre 2005 y 2010 Figueroa Agosto, quien también era conocido como “Junior Cápsula”, habría recaudado durante cinco años unos 100 millones de dólares por el tráfico de más de 18,000 kilos de cocaína.

Ya para 2009 estaba en alerta y es cuando su esposa Leavy Nin Batista se escondió en Europa, sin embargo, luego fue detenida y cumplió parcialmente una condena por lavado de activos vinculados con narcotráfico.

Meses antes de ser detenido, Figueroa Agosto se escondió en Puerto Rico con su novia, Sobeida Félix Morel, quien también fue esposa de Eddy Brito, uno de los cómplices de éste para lavar dinero producto del narcotráfico.

Incluso, hay videos de cámaras de seguridad de tiendas de lujo de Condado, un área exclusiva de San Juan, donde se ve a Figueroa acompañado de Félix. No obstante, ahí tampoco lo pudieron detectar.

Apresamiento de película

Las autoridades sabían que una hermana de Sobeida, Daisy Félix Morel, viajaría hacia Europa, desde el aeropuerto Luis Muñoz Marín, en San Juan. Y, tras esa pista, se distribuyeron agentes especiales entre los parqueos y los pasillos, hasta que identificaron a una mujer parecida a la cuñada de Figueroa y a Sobeida saliendo de un vehículo con vidrios oscuros.

Ahí los agentes persiguieron a las hermanas y al vehículo sospechoso, la persecución comenzó y Francisco Pérez, agente de la Agencia para el Control de Drogas, encendió las alarmas pero el conductor hizo caso omiso. Todo lo contrario, se detuvo y escapó: el agente no estaba seguro si era Junior Cápsula.

En un momento se quedó cerca del vehículo del sospechoso, pero al rato se movió hasta que lo vio hablando de espaldas con otro hombre. El agente se desmontó tan rápido que hasta dejó las esposas, pero igual lo lanzó al piso. Y aunque no admitió que era Junior Cápsula, el agente sí lo identificó.

“Tan pronto él me acepta que era Junior, yo le quité la peluca, verifico un tatuaje y confirmé que era él”, dijo Pérez en la entrevista con el Nuevo Día.

Figueroa llevaba encima un bulto con siete celulares y 17 tarjetas SIM; más tarde también fue detenida Sobeida Félix, luego de entregarse a las autoridades en un restaurante.

Al final, aunque fue condenado a 30 años de prisión, la realidad fue que cumplió solo diez años y fue liberado en marzo de 2020. Él presuntamente cooperó con las autoridades, y eso hizo que se redujera su sentencia.

Allanamiento

Unas 15 propiedades de Figueroa Agosto fueron confiscadas por autoridades en República Dominicana, todas estaban a nombre de otras personas, como su pareja, Sobeida Félix.

El 3 de septiembre de 2009 fueron allanados apartamentos de la Torre Alco de Paradisso, donde hallaron más de cuatro millones de dólares en efectivo, relojes de lujo y una Mercedes-Benz.

También en 2011 ocuparon tres millones de dólares en otros artículos lujosos, como un millón de dólares en relojes; Ese auto fue uno de 16 autos clásicos que tenía un valor de $2.2 millones.

No se sabía nada de su paradero hasta que fue entrevistado la noche del 2 de septiembre en Alofoke, de YouTube, donde anunció el lanzamiento de un libro que ha trabajado durante los últimos diez meses.

“Estoy trabajando en un libro del que vendí el derecho completo, en eso están trabajando mis abogados, ya vendí el derecho”, dijo en la conversación.