Un legado dividido: A 118 años del nacimiento de Joaquín Balaguer
Su figura es una de las veneradas por la población dominicanas y de la misma forma de la más repudiadas debido a sus gestiones de Gobierno durante sus 24 años como Presidente de la República.
Este domingo uno de septiembre se conmemoran 118 años del natalicio del fallecido líder político y expresidente de la República Joaquín Balaguer Ricardo.
Tras su nacimiento el primer día de septiembre de 1906 en Santiago de los Caballeros, Balaguer se convertiría en uno de los principales protagonistas de la política dominicana entre la década del 1960 y finales de 1990, siendo su figura una de las veneradas por la población dominicanas y de la misma forma de la más repudiadas debido a sus gestiones de Gobierno durante sus 24 años como presidente de la República.
Inicios de su carrera
Balaguer comenzaría su carrera política como miembro del desaparecido Partido Dominicano en 1930; ese partido llegaría al poder tan solo un año después de la mano de Rafael Leónidas Trujillo, quien instauraría una dictadura que se extendería por 30 años en la República Dominicana.
Desde ese momento, el hijo de Joaquín Balaguer Lespier y Carmen Cecilia Ricardo fue ocupando varios puestos dentro del gabinete gubernamental, convirtiéndose en uno de los principales rostros de esa organización política que era encabezada por Trujillo; incluso llegando a “ocupar” el título de Presidente de la República en 1960 como uno de los jefes de Estado que eran “puestos” por el dictador en búsqueda de “legitimar” su régimen.
Según varios recortes periodísticos de la época, luego de la muerte del tirano en mayo de 1961, Balaguer comenzó a “suavizar” varias de las medidas instauradas por el régimen contra la censura de los medios de comunicación; sin embargo eso no fue suficiente y en la preparación de las primeras elecciones democráticas post dictadura, el mismo fue exiliado hacia los Estados Unidos por su cercanía con Trujillo.
Esas primeras elecciones democráticas de 1962 fueron ganadas por Juan Bosch y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sin embargo su distanciamiento de sectores claves de la sociedad dominicana, como los militares y la iglesia católica, provocaron un golpe de estado que provocó una división del país la cual entre varios “gobiernos provinciales” estalló en una guerra civil y una intervención norteamericana.
Los 12 años
Con la salida de las tropas de Estados Unidos del país se preparaban las elecciones presidenciales de 1966, las cuales coincidieron con el retorno del exilio de Balaguer, quien de inmediato se convertía en el candidato presidencial del Partido Reformista. Este se enfrentaría a un Bosch y un PRD que vio reducida a alocuciones y discursos radiales su campaña electoral por las “constantes amenazas”.
Debido a esas circunstancias y lograr concitar el apoyo de los campesinos, Balaguer ganaba esas elecciones con el 57.66% de los votos a su favor. En esos primeros cuatro años, comienzan a surgir las denuncias de represión y persecución política contra los adversarios de este y cuando llegó el momento del torneo electoral de 1970, Bosch y el PRD desisten de participar en las elecciones citando que “no existían las condiciones de llevar a cabo unas elecciones democráticas”.
Mientras se impulsaban leyes para una reforma agraria y otra para estimular el desarrollo de la industria y fortalecimiento de las zonas francas, las denuncias persistieron y para las elecciones de 1974, la oposición política, encabezada por el PRD, Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC) y otros, deciden no participar en las elecciones y Balaguer venció a Luis Homero Lajara Burgos obteniendo un 84.67%.
Tras 12 años a la cabeza del Poder Ejecutivo, Balaguer dejaría la presidencia en 1978 al perder las elecciones de Antonio Guzmán Fernández.
Otros 10 años – el retorno al poder
Tras perder las elecciones de 1982 de Salvador Jorge Blanco y el PRD otra vez, Balaguer volvería a presentarse como candidato a la presidencia y aprovechando la división de ese partido, el mismo ganaría los comicios de 1986 con un 41.55% de los votos a su favor.
Balaguer gobernaría entre el 1986 y el 1990 bajo el mismo clima con el que gobernó en sus primeros 12 años y las denuncias de abuso de poder tampoco se hicieron esperar y en un ambiente caracterizado por fuertes insultos, denuncias de fraude y una aguda crisis económica, de acuerdo a los escritos del desaparecido vespertino Ultima Hora, se desarrollaron los comicios de 1990, que dieron una dudosa victoria a Balaguer frente a un Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Bosch, que incluso llegó a proclamarse como ganador lo cual hizo que denunciara que en su contra se había cometido un “fraude colosal”.
El boletín no. 10 emitido el 17 de mayo marcó el inicio de la crisis post electoral al mostrar a Balaguer por encima de Bosch. Con los resultados de ese boletín, el PRSC se proclamó ganador y al otro día Bosch denunció que se había cometido un fraude electoral y de inmediato hizo un llamado al pueblo a lanzarse a las calles para protestar porque, según afirmó, las irregularidades se hicieron en la Junta Central en complicidad con el Gobierno de Balaguer.
Al final, el líder del ahora Partido Reformista Social y Cristiano (PRSC) se mantuvo en el poder y con las mismas circunstancias llegaron a las elecciones de 1994, en donde un PRD encabezado por Peña Gómez eran los “favoritos” para ganar.
En medio de la celebración de las elecciones, de acuerdo a los reporte periodísticos, varias células que apoyaban a los reformistas produjeron un registro nacional de votantes adulterado suplantando los nombres y apellidos reales de una cantidad indeterminada de votantes con otros ficticios; reemplazaron los números reales de las cédulas con otros falsos, y reubicaron a decenas de miles de votantes en mesas de votación distintas a las que les correspondían.
Luego se reemplazaron el padrón electoral legítimo con el adulterado y distribuyeron éste en las mesas electorales en los días anteriores a las elecciones. Lo que hizo que muchas personas no pudieran ejercer el sufragio debido a que sus nombres no aparecían en el listado adulterado.
A pesar de varias impugnaciones y alegatos de fraude, la JCE siguió realizando los comicios y los resultados finales dieron como ganador al PRSC y aliados quienes obtuvieron 1,275,460 votos, una ventaja de solo 22,281sobre el PRD y aliados quienes consiguieron 1,253,179 sufragios.
Esas impugnaciones y el reclamo de la población dejaron al país al borde de otra “guerra civil” y en búsqueda de evadir esa situación tanto Balaguer como Peña Gómez se sentaron en la mesa de diálogo para trabajar en un acuerdo para alivianar la tensión nacional.
La propuesta del octogenario presidente consistía en que este continuaría en la presidencia por los dos años siguientes, mientras que Peña Gómez sería designado vicepresidente y reemplazaría a Balaguer veinticuatro meses más tarde. De su lado, el líder del PRD en su contra oferta le daba la potestad a Balaguer para que gobernara por dos años y que después debía abandonar entonces la presidencia para permitir nuevas elecciones libres que estarían organizadas bajo una nueva Junta Central Electoral (JCE), sujeta a una nueva ley electoral, con estrictos controles y bajo supervisión internacional.
Se realizó una modificación a la Constitución en donde se estableció que la reelección presidencial para un segundo término consecutivo quedaría prohibida. Y que para que resulte electo un presidente, un candidato debería obtener una votación de 45 por ciento más un voto. Si este no era el caso, tendría que realizarse una segunda vuelta.
Balaguer aceptó el trato pero luego de una negociación con el PLD, el límite para obtener una victoria se aumentó a un 50 % + 1. Un ya enfermo Peña Gómez aceptó la condición y firmó el pacto.
Ese pacto vio el nacimiento de las elecciones de 1996, en donde por primera vez desde su retorno al país en 1965, Balaguer no figuraba en la boleta de las elecciones presidenciales, dejando el camino para Jacinto Peynado, a quien en ningún momento de la campaña apoyó públicamente.
En los comicios de ese 16 de mayo, el PRD obtuvo 1 millón 270 mil votos (47%) mientras que el PLD con Leonel Fernández como candidato alcanzó un 38%, lo que significa que por primera vez habría una “segunda vuelta”.
Fue en esa segunda etapa, a pesar de que su partido no era participante, Balaguer vuelve al escaparate público y en un “pacto por la democracia” con Bosch, este apoyaría a Fernández y ese empuje llevaría al PLD al poder por primera vez al obtener un millón 466,382 votos, contra un millón 394,641 sufragios del PRD.
Ultima participación política y muerte
Con desacuerdos con el gobierno de Fernández, el PRSC rompería relaciones con el PLD y aún ya entrado en los 90 años, Balaguer se presentó como candidato presidencial para las elecciones del 2000, logrando sacar un 24.60% de los votos pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su avanzada edad y al cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos.
Poco después de ese 16 de mayo del 2000, el 14 de julio de 2002, Balaguer falleció a la edad de 96 años en su hogar fruto de una insuficiencia cardiaca.