Las Reminiscencias de Vincho Castillo

El director de Listín Diario, Miguel Franjul, mientras presenta el libro “Reminiscencias”, del doctor Marino Vinicio Castillo.

El director de Listín Diario, Miguel Franjul, mientras presenta el libro “Reminiscencias”, del doctor Marino Vinicio Castillo.

El doctor Marino Vinicio Castillo me está pasando factura al invitarme a escribir la presentación de sus Reminiscencias. Complacido, e inapelablemente, saldo la cuenta. Pero, a decir verdad, quien está pagando una factura conmigo es él, en gratitud por haberlo inducido a que las plasmara en sucesivos artículos en el Listín Diario.

Vincho ha sido un asiduo colaborador de las páginas de opinión de nuestro diario, más que nada como expositor y analista de situaciones políticas y jurídicas en las que ha sido actor o testigo de primera línea. Pero yo lo provoqué para que cruzara a la acera de enfrente con todas las municiones de su arsenal literario para que, disparándole a la diana de su memoria, desentrañara otras experiencias de vida, un tanto más íntimas, menos conocidas, como han resultado estas Reminiscencias. Como abogado curtido en las controversias, no elude los retos.

Cuando le pedí formalmente que escribiera para el Listín Diario los vivos recuerdos de su larga trayectoria pública, creí que me excedía al exponerlo a tan duro ejercicio a esta altura de la vida.

Sin prometérmelo, dejó en mí la sensación de que lo pensaría y decidiría después. Y he aquí que las Reminiscencias no solamente han resultado ser una exitosa exploración de los insondables espacios de su mente, sino la síntesis más depurada de sus aprendizajes, sus conocimientos, sus más íntimos sentimientos, en un lenguaje coloquial, menos técnico o sujetado a las narrativas jurídicas. Porque en esas Reminiscencias el doctor Castillo bate las alas de la libertad, sin anclas, para contrastar experiencias del pasado, confesar desilusiones y trasmitir ese legado de vivencias a sus conciudadanos.

Inagotable ha sido este torrente de recuerdos que, con franca honestidad, no pensé que fluirían tan vividos y cristalinos en el cerebro de este hombre, con los matices y fulgores que permiten al lector adentrarse en ellos y sentirlos como si fuesen también testigos de primera línea.

Estas Reminiscencias no se agotan con esta publicación. Queda todavía mucho que contar. Y como director del Listín Diario, pero más que nada como amigo de la familia, aspiro a acicatear al autor para que siga excavando la mina y extrayendo el oro de su sabiduría e inteligencia, hasta que se agote la tinta de su pluma. Así volveremos a saldar nuevas facturas de aprecio y amistad.

El periodista

Debo decir algo que muchos pasaban por alto y que complementa su perfil de abogado intachable. Vincho es un comunicador.

Por muchos años ha mantenido por televisión y las redes su inolvidable espacio “La Respuesta”, desde el cual no solo denuncia los pormenores de la delincuencia organizada que permea al país y sus ramificaciones internacionales, sino que ilustra a la población con su pensamiento lúcido y coherente en aras de construir un lector mucho más instruido y conocedor.

Su espacio ya dura más de 30 años aunque hizo una breve pausa, no por voluntad propia, sino como consecuencia de la llegada del Covid-19 en aquel nefasto año de 2019 y cuyas ramificaciones se extienden hasta el presente.

Sin embargo y a pesar de este incoveniente, Vincho no ha dejado de escribir en su Blog semanal La Pregunta, y cada quincena, las Reminiscencias.

Con disciplina casi militar ilustra a los lectores de Listín Diario con vivencias y experiencias de sus años mozos y su convicción de dominicano de bien que nació para alertarnos de los males sociales que todavía nos conciernen. El lector dominicano apreciará su vocación de comunicador y siempre tendrá presente esta obra como mejor herencia de su impronta.

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