Mujeres desafían obstáculos para ganar espacios en la política

Las dificultades que afectan a las mujeres políticas para avanzar en sus carreras y ser electas en sus demarcaciones salió a relucir de forma reiterada durante el conversatorio “La participación política de las mujeres: ¿cómo nos fue en las elecciones?, realizado para celebrar el octavo aniversario de la Tertulia Feminista Magaly Pineda.

El conversatorio fue encabezado por las excandidatas Nicole Pichardo, de Opción Democrática y Graciela de la Cruz, de Patria para Todos y Todas; y contó con las expertas Fátima Lorenzo, de Participación Ciudadana y Cibeles Sánchez Pimentel, de Guardianes de la Democracia.

Las expositoras señalaron que en muchos partidos todavía hay prácticas machistas, incluyendo la distribución poco equitativa de los recursos, que perjudican a las candidaturas femeninas con posibilidades de ganar.

Para enfrentar estos retos, las mujeres han tenido que acudir a prácticas innovadoras para acercar sus candidaturas al electorado contando con recursos limitados. Basadas en su experiencia, las expositoras ofrecieron recomendaciones para que se avance hacia la igualdad en la participación política.

Sugirieron que se fortalezca a los partidos con políticas internas que promuevan y protejan la participación de las mujeres, eliminando la violencia política. 

Además, indicaron que se deben diseñar campañas educativas sobre la violencia política de género, y el fomento de la participación ciudadana en la defensa de los derechos de las mujeres, apoyando a candidatas comprometidas con la igualdad y la justicia social.

La República Dominicana ha tenido un avance significativo en la proporción de mujeres en el Congreso Nacional, que pasa de 52 legisladoras en 2020 (23.4%) a 74 congresistas en 2024 (33.3%), como resultado de las elecciones congresuales y presidenciales. El avance se registró en la Cámara de Diputados, donde las mujeres ganaron 70 (36.8%) de las 190 diputaciones de elección popular. Por otro lado, las cinco diputaciones nacionales estarán encabezadas por hombres.

A pesar de los avances, persisten los retos para alcanzar la paridad. De 32 puestos en el Senado, vuelven a ser solo cuatro (12.5%) los ocupados por mujeres.

La cultura del clientelismo premia a candidatos con más acceso a recursos y con prácticas poco éticas al relacionarse con el electorado y dificulta el debate de las ideas y la participación basada en la identificación de las personas con las propuestas de los candidatos y las candidatas.