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Sabotaje, manipulación y reforma

La capacidad de maniobra en contra del interés popular y el bienestar nacional no tiene límites. Todo parece indicar que se dispone de anunciantes agoreros, que se encargan de pregonar la desgracia, mientras la realidad golpea a la familia dominicana.

Los acuerdos tras bastidores o por debajo de la mesa, nunca van a ser denunciados o compartidos públicamente. Siempre existen modelos y escenarios de negocios que responden al diseño de ecuaciones para el beneficio de los actores económicos que empujan en la dirección mercurial y siempre las cúpulas políticas de la partidocracia corrupta se beneficia y se sale con la suya.

Recuerdo desde la época de Macorís, Balaguer, Sitracode, como se sucedían las crisis con la energía eléctrica, los apagones forzados, por sabotajes calculados, como forma de hacer oposición, sabotajes declarados más que los supuestos apagones financieros de la época reciente.

Con la traición al interés nacional con lo que algunos actores todavía se benefician y disfrutan, se ha impuesto al país, sin su permiso, desprenderse de parte de un recurso estratégico vital, como lo es la distribución de energía en todo el territorio nacional.

La creación de las Edes, un negocio redondo avalado por gobiernos corruptos en las últimas décadas, han mantenido en zozobra al pueblo dominicano, cada vez que la voracidad gubernamental y sus socios estratégicos, han requerido más recursos, calculando y estableciendo apagones financieros disfrazados, para entonces intentar subir la tarifa eléctrica otra vez a cualquier precio.

La manipulación de las masas vuelve a la carga cada vez que este fenómeno del saqueo al erario y el maltrato a la población se produce, mediante la tarifa eléctrica y el denominado gasto tributario por el subsidio que obligatoriamente se mantiene para hacer que la tarifa eléctrica sea pagable por la familia dominicana.

El grado de desesperación que a la carrera lleva este gobierno del cambio al pueblo dominicano, parece ser una práctica masoquista, como si se tratara de una nación en cautiverio y los cautivos padecieran del síndrome de Estocolmo colectivo.

La explosión social de las grandes mayorías no se hará esperar, cualquier intento de abuso que contra el pueblo quiera perpetrar el gobierno de Luis Abinader utilizando los esbirros uniformados al servicio de la virtual satrapía en la que vive el país.

El país ha caído en una trampa, que ante cualquier maltrato colectivo, la tendencia y promesa lógica será la rebelión y la caída del gobierno y por supuesto, la huida del país para siempre de los perpetradores. Ese intento de amedrentar a la población con ese video que se compartió en la prensa, donde el Ejército Nacional indica como someterá a la obediencia al pueblo que proteste, es una provocación inaceptable, además de una invitación a la rebelión declarada del pueblo dominicano ante cualquier intento de satrapía.

Desde que se informó sobre la formación de la policía militar, dijimos claramente eso no se usará para defender al país ante cualquier turba de haitianos que intente penetrar al país, sino que será utilizada para amedrentar, avasallar, humillar y abusar del pueblo dominicano, que no aceptará ningún abuso y de ser necesario hasta con tirapiedras derrocara al gobierno que lo intente, aunque este sea sucesor del rey del sol Luis XIV. La victoria del pueblo dominicano está asegurada aunque sea el Ejército que salga a las calles a masacrar la población. Cualquier abuso, por mínimo que sea, se van y no gobiernan un día más desde la silla de alfileres.

Esa nueva maldita fuerza represiva que daba demostraciones en el día, que sepa que, con cualquier abuso contra un dominicano, morirán todos uno a uno, pues el pueblo dominicano no dejará de estar en las calles hasta que cada maldito esbirro deje de respirar. El peligro de ingobernabilidad del país crece más cada día, razones de sobra tiene el pueblo para protestar enérgicamente, y sobre todo con una realidad electoral cuyos resultados implican una ilegitimidad del nuevo gobierno y su gavilla.

Se quiere imponer una reforma que hunde más en la pobreza y deteriora más la calidad de vida de las grandes mayorías. Pretender además complacer a los malditos chacales del banco mundial, fondo monetario internacional, banco interamericano de desarrollo y la voracidad fiscal de los buitres de las finanzas públicas y sus beneficiarios. Eso sin lugar a dudas es una provocación inaceptable, máxime cuando ha sido descarado el uso de los recursos del estado, para atender prioridades no domesticas en los hospitales, las escuelas y el saqueo descarado del erario.

Crear nueva vez una crisis energética, a pesar de los ajustes de tarifa perpetrados por los terroristas de la paz pública del cambio y aliados, impuestas contra los bolsillos del pueblo dominicano, tal vez buscando un nuevo ajuste a la misma, es una burla más de lo que va quedando claro como un desgobierno contra la nación dominicana.

Dicen que no es lo mismo llamar al diablo que verlo venir, no quiera usted presidente verlo venir. Usted y su gobierno parece que no tienen idea de la capacidad infinita de salir victorioso del glorioso monstruo de un pueblo ya lleno de odio y desafectos contra su gestión y sus pretensiones calificadas por muchos de traidoras.

La crisis política del país está ahí, es real, palpable, aunque los medios comprados no quieran reconocerlo. No hay liderazgo político que mande o que contenga al pueblo dominicano harto desde hace rato de su forma de gobernar. No se crea el cuento de su victoria pírrica en las pasadas elecciones.

Ciertamente usted tiene en sus manos un pajarito que es la durabilidad de su gestión de gobierno, si aprieta el puño y asfixia la economía doméstica del pueblo, su mandato cae con el favor de Dios, si abre las manos su gestión vuela y florece en beneficio de los dominicanos.

Ciertamente usted tiene en sus manos el poder de abusar de los dominicanos, usando a los criminales con uniforme, los asesinos ilegítimos denunciados por el informe de los derechos humanos contra el pueblo porque este, protestará sin parar y está ya en peligro la gobernabilidad.

Deje su figureo y gobierne ya para la nación y no para su permanencia en el poder. Que todo luce indicar que esa victoria pírrica no fue merecida.

Evite una masacre hacia el pueblo dominicano y no imite lo hecho por Jorge Blanco en el 1984, que a usted no le queda bien un vestido de mujer. Piense bien y respete al pueblo dominicano y no encienda usted la llama del polvorín en la que hace tiempo vive el pueblo dominicano.