Hija del empresario venezolano Gustavo Cisneros lo define como un dominicano por elección
Adriana Cisneros, hija del empresario venezolano Gustavo Cisnero, definió a su padre como un venezolano por nacimiento y compromiso, pero dominicano por elección, ya que cuando se vio obligado a abandonar Venezuela en 2004, la República Dominicana le dio abrigo.
Durante una misa dedicada al eterno descanso de Gustavo Cisneros en la Catedral Nuestra Señora de la Encarnación Primada de América, Adriana también resaltó los proyectos que creó el fenecido contribuyendo al crecimiento y bienestar de este país, siendo estos Pueblo Viejo y Tropicalia.
“Este país le ofrecía más que seguridad, le daba una oportunidad de sanar después de los desafíos de Venezuela. Pero, sobre todo, siendo quien era, era un lugar para trabajar, pensar, e innovar en todos los aspectos de su vida. Le ayudó mucho que la República Dominicana, en un acto de enorme generosidad, no sólo le dio la bienvenida, sino que también le otorgó la ciudadanía. Era de las cosas de las que se sentía más orgulloso”, dijo Adriana.
Detalló que en la actualidad, Pueblo Viejo es la mina de oro más grande de América Latina y una de las minas de oro más productivas del mundo y un modelo para la minería verde y responsable.
Continuó añadiendo que hasta la fecha ha generado más de 6 mil millones de dólares en impuestos, regalías, salarios y pagos, 2,700 empleos directos y más de 3,000 indirectos.
Indicó que Tropicalia, en cambio, era un sueño que quería hacer realidad a largo plazo. En Tropicalia se resumía todo lo que más amaba de la República Dominicana, y que quería mejorar, proteger y preservar para las generaciones futuras.
“Mi padre siempre insistía en que los proyectos empresariales tenían que generar beneficios reales para la comunidad y su entorno. En el caso de Tropicalia, pudimos pensar eso desde el inicio, y con mucha profundidad. Empezamos hace 20 años a pensar en el desarrollo ambiental y social de la zona de Miches, mucho antes de poner el primer ladrillo físico”, expresó.
Resaltó que en Venezuela, lanzó un programa nacional de alfabetización a distancia (mucho antes que existiera el internet), y más adelante creó un canal televisivo gratuito dirigido a los estudiantes y maestros de todos los países latinos, entre otros proyectos. Es con este conocimiento que aterrizamos la labor de Fundación Tropicalia en Miches en el 2008, indicó.
Consideró que Tropicalia seguirá el legado de mi padre de manera muy tangible, llevando adelante su visión de un mundo libre, responsable, estimulante y respetuoso.
Mientras que el padre Jorge William Hernández Díaz, expresó que la mejor memoria que se puede tener de Gustavo es movilizando esfuerzos, entregando tiempo, recursos y buenos criterios a la educación.
Destacó que Gustavo Cisneros, veló por la intimidad de su familia y de su fe, pues consideraba que en el silencio del hogar es donde se construye lo sagrado y se construye el amor verdadero.