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Abinader tiene prioridades extraviadas

Hacemos lo más importante primero, lo demás después, lo menos importante lo condicionamos a eventos fortuitos, que no controlamos, como “si me saco la loto voy a…”.

El presidente Luis Abinader prometió, “en caso de ser escogido por el pueblo”, (si me saco la loto), hará un llamado de “unidad nacional”.

Sus prioridades están extraviadas, primero quiere “ser escogido”, después, la “unidad nacional”, para “completar reformas”. Abinader tiene historia de “estrabismo político”, una vez juró que “cuando gane”, Rudy Giulliani acabaría la delincuencia, ganó, ahora Rudy anda muy mal, y la delincuencia peor.

La unidad nacional debe estar por encima de todo, nunca condicionada al triunfo o derrota de ningún político.

Muchos países europeos quieren restablecer el servicio militar obligatorio, la OTAN ejercita tropas frente a Rusia, la guerra entre Irán y Estados Unidos luce inminente.

El mundo se prepara para la guerra, nosotros necesitamos planes estratégicos, contingentes.

Seremos directa, frontalmente afectados por la guerra, pero Abinader, en Belén con los pastores, quizá cree que eso sólo pasa dentro del televisor, y nunca llegará a su realidad.

Si Abinader dejara la politiquería, no pensara tanto en él mismo, saliera de adentro de su cabeza, y empezara a gobernar, encontrará que tenemos urgentes tareas pendientes.

La guerra matará el turismo, ¿qué haremos, cuáles importaciones podemos sustituir, cuáles no, de cuáles medicamentos e insumos debemos abastecernos? Hoy los líderes responsables se formulan estas y otras preguntas puntuales, no están intercambiando laudos por promesas vacías. Señor Abinader, Ud. ya es presidente, deje de prometer, empiece a ejecutar.

Europa y Estados Unidos están internamente divididos, los europeos por agricultura y transportación, los estadounidenses por la migración, esos países no pueden dirigir a nadie, necesitan dirección. Necesitamos unidad nacional para dirigirnos nosotros mismos, ante esa meta, el triunfo o derrota de Abinader resulta absolutamente irrelevante.

Abinader debe demostrar capacidad de convocatoria y liderazgo, convocando ahora a la unidad nacional.

Condicionar la unidad nacional a mezquinos intereses electorales, demuestra que Abinader vive del lado equivocado de la historia.