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La delincuencia asfixia a los residentes del sector Ponce en Guaricanos
“Son muchachitos de 14, 15, 16, lo más que llegan es a los 20 años, si están presos la justicia los suelta por ser menores de edad”, fue la queja que más expresó Abreu.
El miedo y temor invaden el sector Ponce en Los Guaricanos por la ola de delincuencia que ha creado de los atracos el diario vivir de los moradores.
Los encargados de atender un colmado de la mencionada comunidad, Pablo Manuel y Angelo de la Cruz, contaron cómo las autoridades solo pasan en patrullas en la calle principal, mientras que los delincuentes andan en grupos de siete y ocho armados diariamente.
“Ellos pasan por ahí en su caravana y no hacen nada”, dijo Pablo, quien además ha sido víctima de la criminalidad en dos ocasiones, una de ellas arrebatándole el sueldo, destacando la falta de acción por parte de la Policía.
De la Cruz expresó que la banda de delincuentes también lleva gente de otros lados, “aquí he visto tígueres que andan con pistola en mano que antes nunca había visto. Después de la muerte de Figueroa, 'el tipo del punto', es que las cosas andan así”.
Feliz Canelo “Narciso”, un sobreviviente de la delincuencia
Eran alrededor de las seis de la tarde cuando hace uno dos meses Feliz Canelo, de 50 años, conocido como Narciso en el sector Ponce, fue impactado con una bala en su pierna izquierda por tres delincuentes, mientras iba camino a visitar una sobrina que llegaba del hospital.
“Fui dichoso que cogió para abajo, porque si coge para arriba me mata”, fueron las palabras de Canelo mientras contaba cómo la delincuencia casi acaba con su vida, destacando que ya no aguantan más, “entonces la policía cuando baja, desde que los delincuentes ven las luces se van, nunca los van a agarrar”.
Canelo, quien tiene siete hijos, duró cuatro días ingresado en el hospital, mientras que el chico que le disparó se encuentra preso.
Asimismo, contó como desde las ocho de la mañana las personas son impactadas por la criminalidad y “desde las seis de la tarde en adelante no se puede caminar”. “Aquí a veces son las 6 de la tarde y la gente dice cierren que por ahí viene la manada”.
Culminó diciendo que cuando la policía pasa en tres guaguas y un “grupo de motores” los delincuentes lo que hacen es correr a esconderse.
La mayoría son menores de edad
El dueño de un local de la localidad, Beato Abreu, manifestó que un policía amigo le había cuestionado sobre cómo enfrentar a los “ladrones” a lo que este explicó que son bandas que andan en la calle, hijos de padres que creen que son serios y “están haciendo barbaridades”.
“Son muchachitos de 14, 15, 16, lo más que llegan es a los 20 años, si están presos la justicia los suelta por ser menores de edad”, fue la queja que más expresó Abreu.
Dijo, además, que la policía a veces hace su trabajo, pero al encarcelar a un menor de edad al siguiente día lo liberan y camina hasta en frente de los mismos policías. “¿Cómo podemos echar para adelante en un país de corruptos y delincuentes?”, cuestionó Beato Abreu.
Contó que hasta un gallo le robaron.
“En estos días me robaron un gallo, alguien lo vio, tenía tres días desaparecido y buscaron uno parecido a él para decirme mira, ese fue el gallo”,manifestó.
El joven que cometió el delito, menor de edad, según Beato, se levantaba a las 5 de la mañana con una funda a robarse los animales.
Exhortó a quien le cuida sus animales que cuando vea a una persona acercándose a la propiedad que tire dos piedras al techo y no le haga nada a nadie, para así no salir perjudicado
“Ese es el problema que pasa en nuestro país, la justicia no sirve, nosotros los padres protegemos a los jóvenes, no sabemos la hora en que se acuestan, toda esa zona de Ponce entero está acabada y la policía no se mete en esos callejones”, manifestó Beato Abreu.
Beato Abreu también ha sido víctima de varios atracos, uno de ellos hizo que terminara con dos clavos en una de sus piernas al caerse de un motor, tras delincuentes intentaban atracarlo.
Otros moradores contaron que temen por su vida y no pueden hablar por miedo a los delincuentes y pidieron mantenerlos bajo perfil “porque usted sabe que si uno habló… esto aquí está que uno no puede andar ni con un teléfono en mano".