La República

cementerios 

Recuerdan con amor a los fieles difuntos

Fueron acompañados de variadas y galantes flores, rezos, alabanzas y velones encendidos.

Familiares reunidos en el camposanto para recordar sus muertos en el Día de los Fieles Difuntos.jorge Martínez

“Hoy le traje solamente rosas, porque le gustaban las rosas, como su nombre Rosa… una rosa para doña Rosa”, dijo Cristian Mercedes. Ayer, fue al cementerio Cristo Redentor a recordar a la abuela de su suegra.

“Era como una abuela para mí y lo es para la hija que tuve con su nieta”, contó a reporteros de LISTÍN DIARIO.

La tradición católica se cumplió una vez más. En el Día de los Fieles Difuntos, acudieron decenas de ciudadanos de la capital dominicana a los cementerios Puerta del Cielo, Cristo Redentor y Máximo Gómez en un emotivo acto de honrar y recordar los seres queridos que descansan en los camposantos.

Fueron acompañados de variadas y galantes flores, rezos, alabanzas y velones encendidos, con lo que mostraron la devoción y el amor hacia sus muertos.

“A mí hasta el motor se me dañó, pero no podía quedarme sin venir a ver a doña Rosa y le dije al amigo mío que me trajera. Yo, este día se lo aparto”, expresó Mercedes.

El sonido de las oraciones y los susurros de los presentes en los cementerios llenaban el aire, creando una atmósfera de respeto y veneración. Unos lloraban y otros decidían cantar alabanzas.

Una señora en el Cementerio Puerta del Cielo, a quien periodistas decidieron contemplar por unos 15 minutos, rezaba intensamente frente a la tumba de su amado y al concluir, lo ponía al día sobre cómo iba todo en su ausencia.

“Era mi amado”, fueron las únicas palabras que emitió.

También, una familia completa llevó sillas playeras y se congregó frente a las tumbas de varios de sus parientes e iniciaron un rosario pidiendo “luz” para sus fallecidos.

Similar fue lo que hizo la familia de Andrea López Valerio, en el Cementerio Nacional Máximo Gómez.

“Vivimos de pasadía, con agua, nuestra neverita, comida y bancos para sentarnos. Aunque estén muertos hay que darle su vuelta y es una herida que nunca va a cerrar”, expresó mientras esperaban la misa de la una en el camposanto. 

La mayoría de los ciudadanos con los que conversó LISTÍN DIARIO expresaron que sentían tristeza, pero de ellos emanaba una firme esperanza de que sus familiares están ahora en “un lugar mejor”, recibiendo el “descanso eterno”.

Marisela Francisco fue a visitar a su madre Ana Emilia Díaz y comentó “es algo que está contigo. Hoy es un día en el que yo revivo el momento en el que ella se marchó de este mundo y me siento como en el momento en que la perdí y es difícil, pero esa es la vida… seguimos hacia delante llevándolos presentes”.

Cada visita a las sepulturas se era un encuentro íntimo con la memoria de aquellos que ya no están físicamente. Los corazones se llenaban de gratitud por los momentos compartidos y la huella dejada por cada ser querido. Los camposantos se convirtieron en espacios sagrados donde el amor perdura más allá de la muerte.

Así lo expresó Miguelita Torres y su madre Juana Faria De Torres en el cementerio Cristo Redentor.

“Vinimos en familia, porque nuestros seres son valiosos y no es solamente en vida que debemos de honrarlos, sino también después de la muerte, porque después de que mueren muchos los olvidamos y considero que no deben ser olvidados aún después de la muerte”, manifestó Miguelina.

dedican misas

En los cementerios fueron oficiadas varias misas como cada año.

El monseñor Raúl Mendoza Berzosa, obispo misionero en Santo Domingo, llevó un mensaje de esperanza a las familias en el cementerio Puerta del Cielo, manifestando que “debe permanecer la paz y la armonía, recordando que sus seres queridos ya descansan junto a la luz eterna de Cristo”.

Al final de la ceremonia, los presentes dedicaron mensajes en globos biodegradables blancos, que posteriormente se elevaron al cielo como palomas mensajeras.

pocas ventas 

Este año hubo una queja por partes de los vendedores de velones y flores.

“Las ventas han sido muy flojas”, dijo Lucrecia Campusano, quien tiene un puesto en el cementerio de la avenida Máximo Gómez, al tiempo en que indicó que el horario de cierre no le favorecía debido a que “este año cayó día de semana y la gente no puede salir de su trabajo”.

Asimismo, Campusano dijo que tendría pérdidas, ya que tomó dinero para abastecerse lo suficiente de flores y “se me van a quedar esas flores… no ha venido la gente que yo esperaba”. Las más vendidas fueron las rosas.

Los vendedores de velones afirmaron lo mismo. Los visitantes se llevaron en su mayoría los que tenían la imagen de la cruz, de Jesucristo, la Virgen María y el Divino Niño Jesús.

seguridad 

Los ciudadanos expresaron su satisfacción con la Policía Municipal en cada cementerio. “Ellos me acompañaron, me sentí muy resguardada… están patrullando también”, dijo la señora Claudia Espinal, del cementerio de la Máximo Gómez.