entrevista en hora de cierre
Franjul: La revolución digital está desde ayer
Director del Listín Diario fue entrevistado por Hora de Cierre, órgano de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
Hora de Cierre entrevistó a Miguel Franjul, director del Listín Diario, sobre los principales desafíos del periodismo en la actualidad. A continuación, las preguntas (P) y respuestas (R).
P. ¿Cuál cree Ud. que es la principal contribución para el futuro del periodismo que se realiza desde Listín Diario?
R. Crear un legado que, en 134 años de historia, sirve de base al ejercicio de un periodismo creíble y veraz. Aún cuando hemos atravesado todas las facetas de cambios que han impactado a la prensa desde el siglo 19, el Listín Diario nunca ha sacrificado su línea de defender a rajatablas la existencia del sistema democrático, base segura para la libre expresión y difusión de las ideas de los ciudadanos. Nuestro empeño se enfoca en potenciar y trasladar todo este bagaje de experiencias a las plataformas digitales. Así podemos lograr que perduren las prácticas esenciales del periodismo tradicional en un mundo en que la tecnología facilita abundante y rápida difusión de informaciones, muchas de ellas, penosamente, falsas o manipuladas.
P. Por favor háblenos sobre cómo protegen la integridad y la exactitud de sus informaciones frente a la desinformación y las fake news.
R. Primeramente con el apoyo de nuestras aplicaciones tecnológicas de detección, en el caso de los contenidos que se generan fuera del país, y con un esmerado proceso de corrección de parte de los editores responsables de verificarlos. Los reporteros están compelidos a confrontar sus hallazgos con un mínimo de tres fuentes fidedignas.
P. ¿Cómo están manejando las diferentes redes sociales y los videos?
R. Nuestras redes sociales se manejan con tres objetivos principales: informar con veracidad, educar e interactuar. Partiendo de estos parámetros, cada día se van seleccionando las notas que se van a compartir y cómo se harán. Por ejemplo, el equipo que inicia trabajo desde las 6:30 de la mañana analiza brevemente las informaciones que van marcando lectoría, los temas que el periódico quiere poner en mesa de discusión o debate, y los trabajos propios (que pueden o no marcar buenos puntajes de lectoría a primera hora en la web). Luego se definen títulos, imágenes, videos (en caso de que haya o se puedan crear) de la información que se va a compartir.
A medida que avanza el día el volumen de información va aumentando, por lo que el trabajo de análisis y determinación de lo que se va a compartir se hace más rápido y se van agregando temas de tendencia de redes, sin que estos opaquen las apuestas propias, aunque en algunos casos depende de la acogida que da la audiencia.
Estamos preparados para hacer cobertura en tiempo de real de sucesos esperados, noticias de último minuto y/o que mantengan a la audiencia en expectación, y así mantenemos la interacción, conversamos y conocemos más a nuestra audiencia.
En el caso de los videos, toda cobertura importante que se hace en la calle lleva video de compañía. Por igual, se crean cápsulas informativas desde redacción para que diario haya una producción y creación de videos que mantengan este recurso como un activo de nuestro modelo de publicación.
P. Usted ha tomado la iniciativa de evangelizar desde el periodismo sobre la revolución digital, ¿qué consejos daría a otros directores de medios para hacer lo mismo?
R. No tener miedo a los cambios ni luchar contra ellos. La revolución digital no es algo de mañana. Es algo que está desde ayer y nos exige ponernos al día para seguir vivos en el futuro inmediato como medios de comunicación.
Luego del cambio de mentalidad, procede identificar los equipos con los que se cuenta, poner en la mesa las debilidades, fortalezas y oportunidades, y tratar de sacar lo mejor de cada factor. También, estudiar y conocer casos de éxitos que pueden orientar y dar ideas sobre cuáles pasos dar en este camino en el que nada es exacto.
Los cambios en las redacciones quizá no son tan rápidos como quisiéramos, pero tampoco son tan lentos como antes. Ahora hay nuevas dinámicas, pero el periodismo responsable siempre debe prevalecer y, apoyado en esta premisa, las demás barreras son más fáciles de romper.
Es importante que los ejecutivos, editores y reporteros entiendan el cambio de era en el que nos encontramos, donde la noticia está más viva que nunca, viaja más rápido y exige divulgación a la mayor brevedad posible.
Creo que mis colegas de los diarios impresos más antiguos y respetables de América Latina han despertado a las nuevas realidades y gradualmente han ido aceptando que el nuevo ecosistema de la información exige, irremediablemente, una transición bien organizada hacia la plataforma digital, sin necesidad de apresurar la muerte de los impresos.
En este proceso, donde las prioridades de las audiencias hacen modificar los viejos patrones impuestos para atender una comunidad de suscriptores y de lectores aleatorios, tenemos que dar paso a un nuevo modelo que nos obliga a buscar usuarios donde ya sabemos que están, a brindarles los contenidos que más les atraen y a revisar la valoración y el concepto de lo que es noticia, con la finalidad de proveerles información útil y relevante, bajo la más apropiada interpretación y contextualización de los hechos o temas de interés.
P. Se habla de una deserción de lectores en relación a los contenidos noticiosos. ¿Qué puede hacer el periodismo para que los lectores recuperen ese sabor por las noticias y la información diaria?
R. En medio del ancho torrente informativo predominante, lo esencial es separar lo episódico e irrelevante. Tal vez esto traduzca la realidad de la segmentación que hoy imponen las audiencias, en unos casos para disgregar la cizaña del trigo (fake news) y en otros para exclusivizar los temas de interés particular.
Es una tarea que ayuda, a los medios impresos en particular, a admitir que su base de contenidos no está en el suceso como tal, sino en sus causas y repercusiones. Con la capacidad que brindan las plataformas digitales para difundir al instante los hechos que suceden y cómo evolucionan, los diarios impresos tienen que cruzar a la acera del frente y actuar como intérpretes ecuánimes y fidedignos de lo que acontece.
En pocas palabras, apostar más a la información relevante que a las noticias puras y simples, que antes eran la materia prima de su monopolio.
P. ¿Cómo puede un medio hoy trabajar cohesionadamente para que su contenido siga siendo relevante y genere participación? ¿Cómo se cohesiona a un equipo variado de periodistas, fotógrafos, diseñadores, programadores, técnicos, etc.? ¿Y cuál debe ser el papel de la gerencia en una estrategia editorial?
R. El camino que hemos seguido es el de compartir con todo el equipo las novedades que modifican los patrones existentes. Discutir las opciones, organizar mini-talleres para el aprendizaje de las aplicaciones.
Los editores nos reunimos cada mañana a las 8:00 a. m. a planificar las búsquedas del día y las de largo plazo. Cuando se trata de investigaciones, invitamos a expertos de fuera para adquirir una idea general de las distintas aristas de un tema y luego esbozamos las pautas correspondientes, asignándolas a cuantos reporteros investigadores sean necesarios. El modelo que nos funciona es el del director y sus ejecutivos en contacto directo y democrático con los redactores, todos los días.
No tenemos zonas aisladas en nuestra Redacción. La gerencia se está integrando ahora a los tres “hubs” que forman la redacción, ayudándonos en estrategias mercadológicas combinadas.
P. Aún hoy, en el 2023, se insiste en que la edición impresa sigue siendo imprescindible en los diarios tradicionales. ¿Cómo marcha la transición del impreso a lo digital en Listín Diario?
R. Afortunadamente, nuestra edición impresa monetiza más que las plataformas digitales, y por eso cuidamos cada día de ella, haciéndola un producto bien diferenciado del digital, más que nada apoyándonos en temas de profundidad, análisis propios o de expertos, y en trabajos interpretativos y contextualizados de los asuntos que entendemos más relevantes. Contamos con una amplia base de suscriptores en la edición papel y una extraordinaria audiencia de usuarios digitales, a las que en el futuro cercano les brindaremos opciones de afiliación mutuamente beneficiosas.
P. Por favor compártanos cuáles han sido las experiencias más memorables como periodista y editor al frente de Listín Diario.
R. La más imborrable fue la del asalto armado y toma de control por parte del gobierno en el 2003, bajo el falaz argumento de que éramos una pieza del delito de lavado de activos. Fui destituido y, por esa causa, los directores de tres diarios de nuestra empresa (Ultima Hora, El Expreso y El Financiero) renunciaron a sus puestos. El gobierno cerró esos tres diarios. Los ejecutivos formamos luego una trilogía de medios (un semanario crítico y combativo, un programa de televisión y un programa interactivo de radio, todos con una misma marca: Diario a Diario). Finalmente, la Suprema Corte de Justicia, en un fallo histórico, consideró cuatro violaciones constitucionales en el asalto y toma de control, y un año y cuatro meses después ordenó devolver el diario a sus propietarios y restituirme como director. De esa experiencia, el mayor orgullo fue haber mantenido en alto una lucha vigorosa en la defensa de la libertad de prensa frente al más grave atentado que se produjese contra ella en el país en 50 años de vida democrática.
P. Ante el reto portentoso de la Inteligencia Artificial, ¿qué consejos puede ofrecer a las nuevas generaciones de periodistas?*
R. Le damos la bienvenida como una formidable palanca de apoyo en el manejo y procesamiento de datos, en su papel auxiliar para coberturas de algunos tipos de eventos y monitoreo de tendencias de gustos y preferencias de nuestros lectores. Tenemos claro que la IA no sustituirá la relevancia del trabajo humano y la capacidad del periodista de conectarse con el público, recoger sus inquietudes, percibir las sensaciones de todo episodio noticioso importante y trasmitirlas al público con realismo y objetividad.
A nuestros periodistas los animamos a conocer las distintas aplicaciones, les damos diplomados para robustecer ese conocimiento y capacidad de uso y los mantenemos orientados sobre nuestra política de considerarla una tecnología accesoria, no sustituta de su trabajo.
Finalmente, ¿cómo mira el futuro para la libertad de prensa y la libertad de expresión en República Dominicana, en América Latina y, también, a escala global?
En este caso, me siento muy inquieto y desalentado por el declive de las democracias, lo que a su vez da paso a tendencias opresivas o restrictivas de los gobiernos para controlar o sofocar esa libertad, más el agravante factor que emerge de las campañas de descrédito y desconsideración a la prensa, queriéndole atribuir culpas en la manipulación de las noticias o contenidos o imponerles etiquetas ideológicas. Los esfuerzos por regular o imponer más restricciones a las plataformas digitales y al uso de la Inteligencia Artificial acompañan este proceso de cerco y asfixia y se tornan como las más serias amenazas a la existencia de una prensa libre y profesional, como nunca antes.
Se que la sociedad moderna está en una transición decisiva, pero nunca desearía que en los rápidos saltos que se dan para formar un nuevo modelo de humanidad tengamos que aniquilar a la prensa libre que, por más de dos siglos, ha sido la base de la coexistencia democrática y valiente guardiana de las libertades fundamentales.