En Acapulco de Sábana Pérdida viven entre los mosquitos y plástico

Residentes del barrio Acapulco en Sábana Perdida de Santo Domingo Norte, se exponen cada día al peligro de contagiarse del virus transmitido por el mosquito, dengue, por la cantidad de plásticos y contaminación de la cañada que rodea las casas donde habitan.

Durante un recorrido de reporteros de LISTÍN DIARIO este domingo por la barriada, los comunitarios manifestaron vivir entre los mosquitos y el dengue, por los cúmulos de botellas de plásticos y aguas residuales, caldo de cultivo para la propagación de la enfermedad, que ha tenido un repunte en los últimos días, agotándose incluso las camas hospitalarias para recibir a los pacientes.

“Realmente estamos viviendo entre los mosquitos, el dengue y todas esas cosas”, expresó Julio Ernesto Villanueva, uno de los residentes de la zona por más de 40 años, quien explicó que están en lista de espera para un operativo de fumigación y saneamiento de la cañada.

“Estamos esperando que hemos hecho solicitud a varias instituciones del gobierno para una jornada de fumigación, pero nos dijeron que le están dando prioridad a comunidades donde se han presentado casos, pero estamos en agenda”, sostuvo el caballero.

A pesar de que en la actualidad alegaron desconocer de algún caso relativo a la enfermedad, manifestaron que hay una gran cantidad de mosquitos y hace aproximadamente dos años que las jornadas encabezadas por el Ministerio de Salud Pública no llegan hasta la zona.

Otro foco de contaminación en esa zona es lo poco que denunciaron van los camiones recolectores de basura, ya que según manifestaron anteriormente iba de manera regular, pero hace meses solo va cada 15 días, teniendo que acudir a quemar los desechos de las casas.

Otros sectores

En el caso de Los Altos Segundos, también de Sábana Pérdida, los comunitarios de la calle Juana de Arco, manifestaron que con las pasadas lluvias producto del paso de la tormenta Franklin en el país, muchas casas de la citada vía se inundaron y no vieron ninguna de las autoridades de acción rápida.

“Aquí se inundó todo el mundo, hemos tenido que poner blocks, para allá abajo se llenó todo el mundo (…) yo no vi a nadie”, contó la señora Benita Liranzo, quien tuvo que bordear la entrada de su residencia con concreto para evitar que el agua inunde su residencia.

Respecto a las medidas para evitar la propagación del dengue, relataron que han sido las propias, ya que la presencia de alguna autoridad ha sido nula.

El mismo panorama de falta de medidas preventivas a fin de evitar la propagación de la enfermedad que presenta síntomas como fiebre, diarrea y vomitos, la viven los comunitarios de La Javilla, Los Cerros y Los Palmarés de Sábana Pérdida.

Mientras que en la Urbanización Salomé Ureña, donde residentes contaron que en horas de la mañana del viernes una brigada de Salud Pública realizó una jornada de fumigación.