¿Sueño o realidad?
El modelo de crecimiento de la República Dominicana se ha caracterizado por la expansión económica que supera su potencial y el promedio de LAC.
Expertos el FMI afirman que Republica Dominicana ha logrado importantes avances en la convergencia de ingresos. La convergencia se mide comparando la renta per cápita del país con otra más avanzada. Si usamos a Estados Unidos como referencia, esta relación alcanzó un 32% en el 2022, lo que significa que tenemos un tercio del nivel de vida de Estados Unidos.
Pero a nivel de toda La región de LAC esta relación representa un 25% en promedio.
Los expertos explican como el país se ha convertido de un productor de bienes agropecuarios en los años 60, a uno altamente diversificado donde se destacan las zonas francas, el turismo, la minería, la manufactura, la construcción y un sector financiero sumamente fuerte y resiliente.
Tenemos actualmente el sexto PIB mas alto de la región y la pobreza se ha reducido en dos tercios en las últimas 5 décadas, con una mejora de la desigualdad (coeficiente de Gini) de un 25%. Igualmente. El poder adquisitivo de las familias media se ha multiplicado por 4, mejorando el bienestar de millones de dominicanos.
También destacan los sólidos fundamentos macroeconómicos y la fuerte entrada de divisas por las remesas, la inversión extranjera, el turismo y las exportaciones, que han saltado después de la pandemia.
Sin embargo, como he dicho en varios de mis escritos, para que logremos una convergencia de ingresos per cápita con Estados Unidos en un periodo de 30 años, tenemos que superar el problema de la baja productividad.
El crecimiento de la productividad y eficiencia en sectores estratégicos, como agricultura, manufactura, Mypimes, energía y muchos servicios, se han visto obstaculizado por los pocos avances en las reformas estructurales.
Estas reformas incluyen la educación, para mejorar el capital humano, la salud, el sector eléctrico, el fiscal, el laboral, la seguridad social, el agua, la justicia, la reforma del estado, medio ambiente, la innovación tecnológica y la capacidad institucional para enfrentar las incertidumbres externas y el cambio climático.
El presidente Luis Abinader, entendió este problema hace más de un año y puso todas estas reformas en la mesa de negociación del Consejo Nacional de Desarrollo, aunque el avance ha sido lento y tortuoso.
Pero en las manos del CND está que esa convergencia de ingresos con Estados Unidos se logre en 30 años o en 100 años.