Sindy "la valiente", una joven que se abre camino en el atletismo vendiendo dulces

¿Qué tanto es capaz de hacer alguien por cumplir sus sueños? Sindy Sánchez Olivier es uno de los muchos ejemplos que da respuesta a esa pregunta.

Ella es una paratleta de 26 años, quien sueña con ser una competidora internacional y darle una mejor vida a su familia. Pertenece a la categoría T20 de atletas con discapacidad intelectual. Se lo diagnosticaron desde que era joven.

Sus días comienzan a las 5 de la madrugada, ya que, al ser oriunda del kilómetro 28 de Pedro Brand, en la autopista Duarte, debe salir de su hogar sobre las 5:40 a.m. para llegar a tiempo a sus prácticas en el Centro Olímpico. Vive con sus padres y sus dos hermanos.

Su primer contacto con el atletismo sucedió gracias a unos eventos que la animaron lo suficiente para proseguir asistiendo a la pista de entrenamiento. Decidió empezar la práctica en Santo Domingo con la esperanza de brindarle estabilidad a su familia para que “viva mejor”.

“Sindy la valiente”, como se describe a sí misma en sus redes sociales, afirma que al principio se le dificultaban las practicas por su condición pero, con el paso del tiempo, se le hizo cada vez más fácil.

Sus entrenamientos comienzan a las 8 de la mañana y se extienden hasta pasadas las 10. Y es a partir de ese horario que tiene la oportunidad de buscarse el sustento del día a día vendiendo dulces en el Olímpico.

De lo que gana depende su pasaje diario, así como todo lo que necesita para continuar su preparación deportiva y alcanzar sus metas. En promedio, recibe 500 pesos diarios, ya que ha tenido la suerte de contar con “clientes fijos” que la apoyan.

Sin embargo, en cada jornada no ve la misma cantidad de dinero, debido a diversos factores, como la afluencia de clientes y hasta a las condiciones climatológicas.

Al finalizar la venta, regresa a su vivienda sobre las 3 de la tarde, con el sueño de que el siguiente día sea mejor.

Debido a su empeño, en la actualidad puede decir con orgullo que forma parte de la preselección dominicana de paratletismo, a través de la cual espera conseguir su marca personal de 400 metros planos en el atletismo.

Una de sus motivaciones principales para continuar ha sido su convicción de que el deporte “saca a uno de malos caminos”, así como el afán de ayudar a sus seres queridos.

“Nada es imposible para Dios”, es la frase que utiliza como motivación para salir diariamente y dar su máximo potencial para alcanzar sus objetivos.

Aspiraciones

Para la valentía de esta atleta no existen límites, pues los sacrificios enfrentados a lo largo de su recorrido por el atletismo giran en torno a un objetivo muy claro: “hacerle una casa a su madre y brindarle una mejor vida a su familia”.

Cada día, Sindy se prepara para ser una corredora en competencias internacionales, hecho que podría alcanzar próximamente.

Su llegada casual al atletismo se convirtió en pasión y sus logros la llevan a la siguiente declaración: “me siento súper orgullosa porque no sabía que iba a llegar hasta aquí. Yo sé que voy a llegar más lejos con la ayuda de Dios”, expresó.

De igual forma, la atleta sueña con tener hijos, sin embargo, su plan inicial no es que estos sigan sus pasos como deportista; más bien, le gustaría que sus niños elijan lo que quieren ser para el futuro, sin ningún tipo de imposición.

Un ejemplo a seguir

Una de las figuras del deporte que Sindy más admira es Marileidy Paulino, por la forma en que ha logrado establecerse como una de las mejores velocistas del mundo, poniendo en alto el nombre del país.

“Marileidy Paulino es una joven que viene desde abajo y mira todo lo que ha logrado. Todo es posible para Dios”, aseguró Sánchez. A través de sus redes sociales Sindy ha manifestado su apoyo y admiración hacia la atleta, haciendo énfasis en que “con fe todo es posible”

Limitaciones

A pesar del tiempo que tiene preparándose, las limitaciones juegan en contra de sus objetivos, pues la pista de calentamiento del Centro Olímpico no está en condiciones óptimas para que se realice una “práctica de alto rendimiento”.

De lunes a viernes entrena la joven, y mientras lo hace, se encuentra con diferentes obstáculos que le dificultan su ascenso; ya sean lesiones o la falta de los elementos pertinentes para su rendimiento físico.

“Esta pista dificulta que se pueda entrenar al 100 por ciento y a veces se sufren lesiones en las rodillas, el tendón y cosas así”, expresó Sánchez.

Otra de las situaciones que resalta Sánchez Olivier es que: “el país no les da el suficiente apoyo a los atletas; se toman en cuenta cuando pisan el suelo americano”.

Para la atleta estos obstáculos se han quedado como piedras en el camino que no tiene otro remedio que ir eliminando con esfuerzo y una buena actitud, colocándose un paso cada vez más cerca del cumplimiento de sus metas.