Justicia

Ramón Emilio “Mimilo” Jiménez: Un perfil del principal delator del caso Calamar

De acuerdo con la solicitud de medida de coerción de Calamar, Jiménez Collie fungía como el contacto directo con el imputado y exministro de Hacienda, Donald Guerrero

El empresario Ramón Emilio Jiménez en Madrid, en fotografías de Getty Images.

Carolina PichardoSanto Domingo, RD.

El empresario Ramón Emilio Jiménez Collie (Mimilo), principal delator en el caso de corrupción Calamar, fue mencionado en los Panama Papers, la filtración más grande de registros financieros y legales de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca.

De acuerdo con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), Jiménez Collie era accionista de la empresa dominicana Sugden Finance S.A, incorporada el 1 de febrero de 2013, que tenía jurisdicción en las Islas Vírgenes Británicas.

La data de Panama Papers señala que Ángel Ramos fue accionista de la empresa entre el 19 de marzo de 2013 hasta el 10 de septiembre de 2015, y que a partir de esa fecha Mimilo ocupó la misma posición, mientras que Ramos pasó a ser intermediario.

Según lo indicado por el ICIJ, el empresario residía en el edificio de la avenida Winston Churchill, en el edificio En Tempo, dirección que presenta el Ministerio Público en la solicitud de medida de coerción como punto de encuentro para la entrega de millonarias sumas de dinero a favor del excandidato presidencial Gonzalo Castillo, imputado en Calamar.

Los Panama Papers fueron 11 millones de documentos filtrados a la prensa y dados a conocer el 3 de abril de 2016 que identifican a empresarios, funcionarios y personas de poder de todo el mundo que habían usado paraísos fiscales para ocultar su dinero.

Vida personal y profesional

Ramón Emilio Jiménez Collie (Mimilo) es hijo de Ramón Emilio Jiménez (Milo) y Mary Elizabeth Collie.

Su padre fue secretario de las Fuerzas Armadas en 1971, militó para el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y ocupó puestos de poder en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Además fue canciller entre 1975 y 1980, así como candidato a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El nombre de Milo Jiménez ha sido vinculado a la muerte del periodista Orlando Martínez e incluso con la del expresidente y militar revolucionario Francisco Alberto Caamaño.

Los abuelos paternos de Ramón Emilio Jiménez Collie (Mimilo) fueron Ramón Emilio Jiménez y Estela Reyes y tiene seis hermanos: tres hembras y tres varones.

Mimilo está casado con Marión Battle Garsón, quien es decoradora de interiores. Además tiene cinco hijos: cuatro hembras y un varón.

En 1977 se estrenó como suplidor del Estado con una compañía que se llamaba Edith. Pero aclaró en las conversaciones con los fiscales que ha sido suplidor del Estado principalmente con Trossachs Enterprises SRL.

Además, suplió a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), con equipos médicos y mobiliarios y ¨tratamos de ser suplidor¨ en el Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa).

Se denominó como un empresario de negocios de construcción donde hacía funciones de gestor financiero.

Y, durante los años, también se ha sumergido en la vida socialité y ha sido capturado por lentes de paparazzis internacionales tanto solo como caminando al lado de su esposa en calles de Madrid o de Nueva York.

También en eventos más sofisticados como exposiciones de arte, lanzamientos de libros y lujosos cumpleaños de celebridades en Nueva York para luego aparecer en páginas y revistas de estilos de vida y socialité.

Vinculación

De acuerdo con la solicitud de medida de coerción de Calamar, Jiménez Collie fungía como el contacto directo con el imputado y exministro de Hacienda, Donald Guerrero.

El Ministerio Público tiene evidencia de que el imputado y excandidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, recibió 3,812,000,000 de parte de Mimilo.

Como metodología de entrega del dinero ilícito, se enviaban camiones blindados del Banco de Reservas hasta el parqueo de la oficina de Ramón Emilio Jiménez Collie ubicada en la avenida Max Henrique Ureña, esquina Winston Churchill, Torre In Tempo, Distrito Nacional, lo cual sucedía usualmente alrededor de las 6:00 de la tarde.

Ya desde ahí lo llevaba a la oficina del exministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo o “La Casita”, ubicada en la calle Ceiba, en el sector Bella Vista.

Mimilo también es acusado de ser el responsable de presentar el plan de cobro ilegal de bancas de lotería, deportivas y máquinas tragamonedas, al imputado Donald Guerrero, quien otorgó su autorización y en tal sentido le dio instrucciones al imputado Oscar Arturo Chalas Guerrero, en ese entonces director de la Dirección de Casino y Juego de Azar, para que se pusiera en contacto con Mimilo.

En la Dirección de Casino y Juegos de Azar, donde había una estructura no gubernamental compuesta Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo, Fernando Crisóstomo Herrera y José Arturo

Ureña, con autorización y bajo la dirección de Donald Guerrero, se instaló el denominado “proyecto o el programa”, el cual consistía en la gestión de “cobro ilegal, mensual, de una suma de dinero en efectivo a los dueños de bancas de loterías, bancas deportivas y a los colmados que tenían máquinas tragamonedas, en donde el dinero obtenido de este cobro fraudulento no lo percibía el Estado dominicano, sino que iba a parar directamente a la estructura de corrupción liderada por Ángel Donald Guerrero Ortiz”.

El documento indica que “parte de la ilegalidad de este proyecto ideado para obtener fondos ilegales de las bancas y máquinas tragamonedas, es que la estructura no gubernamental compuesta por Ramón Emilio Jiménez Collie (a) Mimilo, Fernando Crisóstomo Herrera y José Arturo Ureña fijaron antojadizamente un monto (lo cual era una imitación de impuesto) para cobrar mensualmente a los dueños de bancas, esto sin estar facultados legalmente para ello, sustituyendo así las funciones propias de la Dirección General de Casinos y Juego de Azar, en cuanto a sus funciones de fiscalización”, indica el documento.