Una mascarada pro-Haití

Un titular del Listín Diario del 21 de marzo habla de que “Estados Unidos deplora los abusos e impunidad en el país”, refiriéndose a la violación de los derechos humanos en la lucha contra la delincuencia, como si en su propio país no se cometen hechos peores contra las minorías, los negros e inmigrantes.

Recuerden aquellos policías a caballo azotando a ciudadanos haitianos en la frontera o los golpes de policías blancos a personas de color hasta matarlos en plena calle sin leerle sus derechos. O el asalto al Congreso por fanáticos racistas. En todos los rincones del mundo se cuecen habas.

Aunque el reportaje habla de homicidios, abusos de las fuerzas del orden público, condiciones precarias en las cárceles y castigos degradantes a la comunidad LGBTQ, la verdad es que todo eso es un adorno, sin negar que esos hechos ocurren.

Sin embargo, gran parte del informe se lo dedica defender a los haitianos en el país de los abusos, deportaciones arbitrarias, maltratos, torturas, trato degradante, etc. según declaraciones de supuestas organizaciones civiles.

Pero en ningún momento habla de los asesinatos, asaltos, violaciones, robos y secuestros cometidos por los haitianos en nuestro país. O el intento de las bandas de entrar al territorio dominicano para extender sus acciones delincuenciales.

Tampoco el informe menciona cuántos haitianos ilegales siguen entrando a República Dominicana, cuántos cientos de miles trabajan en diferentes sectores de la economía, cuántos dólares remesan a su país y cuánto le cuesta al gobierno la atención médica y escolar de esos inmigrantes.

Un minúsculo país que necesita atender a dos millones de pobres y que no tiene los recursos, ni la capacidad o el espacio geográfico para albergar más inmigrantes haitianos.

Sencillamente, Estados Unidos esta oyendo una sola campana, aunque conoce bien las dos campanas.

Hay que estar en alerta máxima ante esas informaciones perturbadoras que nos degradan, pero con un propósito encubierto.

A Nayib Bukele lo atacan por todos los frentes por violar los derechos humanos, pero ha logrado que El Salvador este casi liberado de las famosas maras, pandilla criminal de las más mortíferas del mundo, con miles de ciudadanos asesinados en su haber.

Por ello, es el presidente con mayor aceptación en toda LAC.

La seguridad ciudadana y la protección de nuestro territorio esta sobre todas las cosas y ningún informe cambiara eso. Y a la delicuescencia hay que golpearla duro para no caer en sus garras, como desea la mayoría de los dominicanos.