El peligro de las super toxinas
En La Primavera de Botticelli, Poliziano fecunda a Flora con su aliento... Flora se transforma en primavera y siembra flores por el mundo…es uno de los lienzos más célebres del Renacimiento....Esta vez, no escribo de arte ni de vinos, sino de la Naturaleza. ¿Pero, no es la Naturaleza el arte más perfecto que existe?
Probablemente ha escuchado que existe un gran problema medio ambiental con las abejas. “que se están muriendo…” algo así... ¿qué más? ¿Pocos tienen idea realmente de que se trata, a pesar de que existen cientos de artículos en la web…Veamos.
Sabemos que las abejas van de flor en flor comiendo el néctar y polen de las flores. Así se alimentan y a la vez que sus cuerpecitos se cubren de polen que transportan de flor en flor, de árbol en árbol, polinizan.
La ciencia ha categorizado a las abejas en más de veinte mil especies, son las primeras y más importantes polinizadoras. Curiosamente, las 19,999 especies de abejas que NO son de MIEL, NO HACEN COLMENAS. Estas viven en huecos, agujeros, entre piedras, en la tierra, son solitarias, se esconden. Muy privadas.
No son como las abejas de miel que viven en sociedades bien definidas, estas otras abejas se les llaman Las Abejas Salvajes; esas, las más importantes, las mayoritarias, son las que están muriéndose a niveles alarmantes.
Existen Abejas Salvajes que no son más grandes que un grano de arroz.
La Naturaleza ha creado abejas para diferentes plantas; por ejemplo, el abejón por sus vibraciones – es el sonido especial que logra desplazar el polen situado dentro de la flor del tomate, logra sacar el polen y así se polinizan los tomates. Consecuentemente hay mayor producción y el sabor es como debe de ser, delicioso. Sin la polinización del abejón los tomates son sosos y aburridos.
Los polinizadores son terriblemente importantes para el planeta y las cosechas, sin embargo, el dominio público enfoca su atención en las abejas de miel; desconociendo que las abejas salvajes son las grandes polinizadoras.
Para mas sobre este tema, vea en YouTube : ‘ Bee extinction : we’re saving the wrong bees’
Los vegetales y productos agrícolas necesitan de los polinizadores. Sin ellos se calcula que un 40% de las cosechas del mundo faltarían. Imagine la situación mundial si llegáramos a ese punto , estamos en ese camino.
Existen países donde han disminuido tanto los polinizadores que son obligados a transportar colmenas (por su fácil manipulación y traslado) de un estado a otro.
Un ejemplo notorio es el estado de California, que produce 80 por ciento de las almendras del mercado mundial. Allí los productores se ven obligados a importar anualmente miles de colmenas a un costo fenomenal.
En China están polinizando a mano...pero los expertos dicen que “No es igual, las plantas necesitan sustancias que aún no podemos reproducir”, consecuentemente la producción disminuye.
Entomólogos temen que estamos llegando a un Tipping Point o punto de quiebre, donde no habrá suficientes insectos y polinizadores para reproducir en las cantidades necesarias para el planeta. Los insectos están bajando a un promedio del 6% anual. Los Biólogos y Botánicos afirman que los mismos árboles necesitan contacto con los insectos y polinizadores, sino enfermarían y morirían.
¡Estas son noticias tristes y alarmantes. Años atrás estábamos acostumbrados a ver insectos muertos en los vidrios delanteros de nuestros vehículos; también mariposas, abejas y abejones en nuestros jardines volando libremente. ¿Por qué ya no los vemos?
Son factores múltiples. La pérdida del hábitat, el calentamiento global…pero lo más impactante es el uso de pesticidas, herbicidas y sustancias químicas; en fin, venenos que usualmente entran en las napas subterráneas de agua y contaminan todo. Pero esa situación se agravó cuando en los años 90 se han desarrollado químicos destinados a la agricultura y la jardinería con ingredientes que incluyen los notorios neonicotinoides.
NEONICOTINOIDES, también llamados ‘super toxinas.
Existen de un sinnúmero de diferentes nombres comerciales, pero siempre son de la misma familia: NEONICOTINOIDES, también llamados ‘super toxinas. Una cucharada puede matar mil millones de abejas, mil millones de abejas salvajes que son precisamente las que polinizan nuestros productos agrícolas. Este factor se agrava cuando para ‘facilitar la tarea’ de los agricultores, las semillas son recubiertas, bañadas, con estas substancias. Consecuentemente, la planta entera lleva el veneno. Actúa sobre el sistema nervioso del insecto matándolo lentamente.
¿Ha notado mariposas que vuelan en zigzag? Volando como si estuviesen mareadas sin saber dónde van; es que ya han sido contaminadas por NEONICOTINOIDES y se están muriendo. No hay selección de cual insecto atacará, indiscriminadamente las super toxinas los envenena a todos. Y están llevando a la extinción a nuestros polinizadores preciosos.
En Francia, en algunas regiones, constatan hasta un 70 por ciento de pérdida de polinizadores, y ha creado alarma en la comunidad general, específicamente en cuanto a la protección medio ambiental y de seguridad alimentaria mundial.
Ante esta inminente problemática, ¿Qué podemos hacer?
Sembremos flores, es el alimento de las abejas. Así sea en un tarro en la ventana, las abejas necesitan comer, trata en la medida de lo posible de sembrar flores autóctonas. (recuerda no utilizar insecticidas)
Hablar para crear conciencia con personas que tienen en su poder decidir de cambiar los productos que venden o compran, para eliminar o modificar el uso de químicos y eliminar o moderar las fumigaciones. Todo puede cambiar para mejorar y ser más noble con el trato a la Naturaleza.
Sembrar plantas que alejan los mosquitos, utilizar productos naturales como la ‘hierba limón, o repelentes.
Instalar mosquiteros en las ventanas (screens).
Si tiene la suerte de encontrar un panal de abejas en su casa, llame a un apicultor; no las mate, tenga paciencia, son valiosas; ellos mismos se encargan de recoger la colmena y de relocalizarla.
Las abejas y todos los insectos forman parte de la gran cadena que es La Vida. Todos podemos hacer algo, por muy pequeño que parezca, para colaborar en la prevención del desequilibrio total de La Naturaleza y sus Ecosistemas.
Somos una isla, pudiéramos contralar. Aún hay tiempo de actuar, solamente hay que tener voluntad.
Cierro con un escrito (traducción mía) que firma el Príncipe William de Inglaterra:
“La Tierra está en un punto de inflexión donde estamos confrontados a una elección dura: o continuamos como vamos y dañamos irrevocablemente nuestro planeta, o nos recordamos de nuestro singular poder como humanos de nuestra habilidad de guiar, innovar y solucionar problemas.
El ser humano puede lograr magníficos acontecimientos.
Los próximos diez años se nos presentan con una de nuestras más grandes pruebas: “Una década de acción para reparar La Tierra”.