Enfoque
Mes de la Patria bajo presión
En la República Dominicana se acaba de conmemorar el Mes de la Patria, mes en el que celebramos nuestra independencia, así como el natalicio de los padres fundadores de la República. ¡Que gran significado tiene para nuestra Nación, este enaltecimiento y celebración de las fechas patrias! ¡Cuanta trascendencia! Las celebraciones patrias mantienen la conciencia de pertenencia a la Nación y da sentido histórico a nuestra existencia.
Sin embargo, los acontecimientos que en la actualidad vive la Nación en el área de su política exterior y su política migratoria, son verdaderamente preocupantes. Y es que viene cumpliéndose a pie juntillas lo que desde hace tanto tiempo venimos augurando y que responde a la sempiterna conjura que se cierne sobre la Patria de Duarte.
La conspiración ahora se manifiesta a través del intento de imponernos de manera legal, disposiciones que transgreden nuestra soberanía y que a todas luces, intentan hacer a nuestros vecinos del Oeste, recipiendarios de la nacionalidad dominicana, sin que así lo establezcan nuestras normas migratorias; lo que iría en detrimento de nuestra identidad y llevaría a la suplantación de la población dominicana.
Es de suprema necesidad que todos los dominicanos de buena voluntad, y que les duele su terruño, reflexionemos sobre los padecimientos y sacrificios que ha sufrido la Nación Dominicana antes y después de nuestra separación definitiva del Pueblo y Gobierno haitianos.
Desde fuera – y es doloroso admitir que cuentan con apoyo de sectores internos de la República Dominicana- quieren obligarnos a hacernos cargo de una inmigración que aquellos que lo propician y han puesto en movimiento el macabro plan contra nuestra patria, no quieren ver en sus territorios.
Se impone un llamado ferviente a todos los dominicanos, a la clase política, a los sectores que inciden en el mantenimiento de la libertad y Soberanía de la patria; y muy especialmente, a nuestra juventud, a hacer un alto, y , como hemos hecho otras veces, preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo para que el Pueblo Dominicano de hoy, esté en concordancia con el espíritu de independencia que celebramos y que impulsó a los patricios a trabajar en alma y corazón por legarnos un Estado libre y soberano?
Recordemos lo inconmensurable del arrojo y el coraje con el que nuestros héroes independentistas se entregaron en cuerpo y alma a la defensa de nuestra libertad, de hacernos un pueblo soberano y determinado a la ruptura con quien nos subyugó por 22 largos años y que luego mostraran su valentía, entereza y patriotismo, de hacerse victoriosos en los sucesivos intentos de someternos e imponernos cultura, religión costumbres e idioma, totalmente distintos a los nuestros.
Ante las presiones que recibe la República Dominicana (coincidentes con el Mes de la Patria), cuando manos maestras laboran en la oscuridad para ir sacando de la conciencia nacional, el patriotismo y respeto por nuestra historia y epopeyas, nuestras tradiciones, valores culturales e identidad; tengamos muy presente a nuestros Padres de la Patria y a nuestros héroes independentistas y restauradores.
No olvidemos nunca que somos un pueblo valeroso que ha sabido emerger del oprobio y de los yugos opresores extranjeros que han querido desconocer nuestro libre albedrio.
La conmemoración de nuestra principal fecha patria, el 27 de febrero (que recién acabamos de celebrar), así como lo que resta del Mes de la patria, deberá tener siempre el brillo que los buenos dominicanos le han impreso siempre.
No olvidemos nunca que luego de independizarnos, los dominicanos tuvimos que defender durante doce largos años nuestra independencia en la Fuente del Rodeo; en la Cabeza de las Marías y Las Hicoteas; en Azua y Santiago de los Caballeros, el 19 y 30 de Marzo respectivamente; en el Memiso y Tortuguero; en Cachimán; en La Estrelleta; en Beller; en el Número y Las Carreras; en Santomé; Cambronal y Sabana Larga.
Realcemos los valores nacionales dominicanos y nuestra cultura, despertemos en nuestras conciencias, el sentimiento patriótico y el amor por la patria; para ello debemos hacerle frente a las nuevas concepciones que tratan de imponerse en nuestro país, socorridos en la falsa premisa de que, los que tomamos aquella actitud, nos amparamos en un ultranacionalismo con tendencias xenófobas y racistas.
Nada más divorciado de la realidad, más bien, admiramos y nos apegamos al nacionalismo de Duarte, que se caracterizaba por ceñirse a las ideas más liberales de su época.
Terminamos con los siguientes versos de nuestro insigne patricio, que demuestran lo que hemos dicho sobre sus concepciones liberales e inclusivas:
Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados; marchando serenos, unidos y osados; La patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos.
El autor es: Mayor General retirado, ERD, Vicesecretario de La Secretaría de Seguridad y Defensa y miembro de la Dirección Central del Partido Fuerza del Pueblo.