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Niños y mujeres en las garras de la drogadicción

Una gran parte de esas mujeres y menores de edad también llega con un historial de abusos sexuales y maltratos debido a su adicción. Istock /

Una gran parte de esas mujeres y menores de edad también llega con un historial de abusos sexuales y maltratos debido a su adicción. Istock /

El consumo de drogas entre mujeres y adolescentes ha aumentado exageradamente luego de la pandemia del Covid-19, a un grado tal que los tres centros de Hogar Crea Dominicano destinados al sexo femenino y uno para menores de edad, están saturados y sin cupo para nuevos ingresos.

Una gran parte de esas mujeres y menores de edad también llega con un historial de abusos sexuales y maltratos debido a su adicción, especialmente a marihuana y crack.

La realidad de la adicción entre mujeres ha ido cambiando con los años, porque en un principio su dependencia era por fármacos, especialmente para dormir, y alcohol en pequeñas proporciones dentro de sus casas, pero actualmente consumen cada vez más marihuana y crack.

Hogar Crea Dominicano tiene tres hogares para mujeres, uno en Santiago y dos en la capital, mientras el que aloja a menores está ubicado en la provincia La Vega.

En el centro para niños y adolescentes reciben atención menores con edades entre 10 y 14 años, pero han tenido casos de consumo de sustancias en niños de hasta ocho años.

Los datos fueron ofrecidos por el director nacional de Hogar Crea Dominicano, Julio Díaz Capellán, quien realizó para LISTÍN DIARIO un diagnóstico de la realidad del consumo y prevención del uso de drogas, desde la experiencia en los 42 centros a escala nacional donde la entidad brinda servicio a adictos a diversas drogas.

Desbordados

En la historia de Hogar Crea Dominicano nunca habían visto una demanda de servicios tan elevada de personas interesadas en superar sus adicciones, como la que han experimentado luego del impacto de la pandemia del Covid-19.

“A veces tenemos cinco, diez y hasta quince mujeres realizando visitas para orientación a la espera de un cupo”, reveló Díaz Capellán, tras precisar que antes de la pandemia, la entidad trabajaba en sus hogares con un 50% de ocupación, pero ahora siempre carecen de oportunidades para nuevos ingresos.

Una limitante para los ingresos es que los hogares de la institución son residencias incautadas a narcos que han sido adaptadas para convertirlas en centros de rehabilitación, pero con un espacio reducido.

Mercado negro

Entre sus preocupaciones está el mercado negro que existe en el país para la venta de fármacos, como suboxone y metadona, utilizados para tratar a adictos a opioides, como la heroína.

Existe una venta sin control de ambos fármacos utilizados para tratar el síndrome de la abstinencia, pero sin provocar euforia, en consumidores de ese opiáceo altamente adictivo, que en caso de sobredosis pueden causar daños físicos peores que la heroína y hasta la muerte.

Las instituciones que utilizan suboxone y metadona como fines terapéuticos incluso se han visto en la necesidad de adquirirlas también en el mercado negro a sobreprecio, porque hay adictos que no pueden esperar y corren el riesgo de una recaída. “Se combinan altos precios y una burocracia tediosa para obtenerlos”, añadió Díaz Capellán.

Hogar Crea Dominicano enfrenta también dificultades para referir adictos a sustancias al único centro estatal con esos fines que funciona en el hospital Francisco Moscoso Puello, donde también hay una unidad de intervención en crisis para pacientes psiquiátricos.

“Ahí se nos hace muy difícil conseguir una cama, conseguir un espacio para entre cinco y diez días se hace imposible para sacar a un paciente de la crisis”, indicó el ejecutivo de Hogar Crea.

Drogas sintéticas

El fentanilo y una sustancia llamada “diablito” han comenzado a usarse con mucha frecuencia en el país, advirtió Díaz Capellán.

El fentanilo es un opioide sintético similar a la morfina, pero mucho más potente, capaz de reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, mientras el “diablito” se obtiene al rociar cocaína a la marihuana.

Uno de los riesgos a que se exponen los consumidores es la alteración de drogas tradicionales, como marihuana y cocaína, para potencializar sus efectos.

Infartos en jóvenes

El director nacional de Hogar Crea Dominicano no descartó que la frecuencia cada día mayor de infartos entre jóvenes esté asociada al consumo de drogas fabricadas en laboratorios clandestinos y en “jardinerías” de alta tecnología.

Lamentó, además, la apología respecto al alcohol y marihuana, bajo el argumento de que se pueden consumir “responsablemente” y en cantidades tolerables, pues considera que ambas drogas llevan posteriormente al uso de sustancias mucho más nocivas, como el crack y la heroína.

“Una persona que usa crack por primera vez queda inmediatamente amarrada”, expresó, tras citar el caso de una adolescente de 14 años a la que vio morir por el uso de esa droga, a la cual llegó luego de consumir marihuana.

Otro elemento preocupante es la colocación de tetrahidrocannabinol, conocido como THC, una sustancia psicoactiva que se encuentra en la planta de Cannabis, en las hookah o pipas de agua para el vapeo.

La combinación de drogas con otras sustancias ha incrementado los casos de personas con psicosis, una condición mental en que el paciente pierde contacto con la realidad y que requiere una asistencia especializada.

Hogar Crea cuenta con apenas dos psiquiatras para 1,500 usuarios a nivel nacional, lo que lleva a programar las citas cada tres o cuatro meses. Lo ideal sería contar con dos psiquiatras por cada hogar, tomando en cuenta la gran cantidad de profesionales de esa especialidad que espera un nombramiento, además de que cada provincia cuente con unidades de intervención en crisis con cupos suficientes.