Muerte de Esmeralda contada paso a paso
Según la solicitud de medidas de coerción del ministerio público, a las 7:30 de la noche del pasado domingo, John Kelly Martínez, de 35 años, y su primo, Rubén Morillo Martínez, fueron a la casa de la jovencita Esmeralda Richiez, en La Otra Banda, Higüey, junto con otras tres menores de edad a bordo de un vehículo. La menor se fue con los adultos y sus compañeras.
El destino del viaje era la playa Macao, en la provincia La Altagracia. Al llegar a la playa, las tres menores de edad junto con Rubén salieron del vehículo dejando a solas a Esmeralda y John Kelly, quien era el profesor de Matemáticas y Educación Física de la adolescente.
Una de las menores que la acompañada y que fue testigo, dijo que mientras estaban en la playa John le introdujo cinco pastillas en una bebida de Esmeralda sin su consentimiento.
Momento después, los dos adultos deciden marcharse del lugar con las menores, y durante el camino tuvieron que hacer varias paradas porque Esmeralda tenía un fuerte sangrado vaginal.
Una de las paradas fue a las 9:45 de la noche cuando se detuvieron en el parqueo de una estación de gasolina, donde procedió a usar el baño de la cafetería, según indicaron testigos y cámaras de seguridad del lugar.
Según las declaraciones del dueño del negocio, en un momento el conductor del vehículo entró al baño con la adolescente y posteriormente abandonaron el lugar sin establecer conversación con nadie.
De acuerdo con el documento de inspección de lugar, fueron encontrados rastros de sangre de la joven Esmeralda Richiez tanto en el parqueo como en el baño del negocio, “dejando el lugar cubierto de sangre”.
A las 10:21 de la noche también se detuvieron en una farmacia ubicada en la avenida España, de Bávaro, donde compraron varios medicamentos, agua y toallas sanitarias. Para constatar los hechos, las autoridades consiguieron tanto las grabaciones de cámaras de seguridad como la factura de la compra.
A las 11:00 de la noche, John Kelly y Rubén regresaron a la menor a su residencia dejando en el recorrido de vuelta a las demás menores. Esmeralda llegó con un fuerte sangrado vaginal, que inició momentos después de haberse quedado a solas en el vehículo del profesor.
“Los padres le preguntaron qué le pasa ya que ellos la veían pálida y sangrando, y la dejaron tranquila”, dice el expediente. Rubén “se hizo cómplice del hecho… fue quien a sabiendas de la actividad sexual violenta que sostuvo la fallecida con el imputado procedió posterior a la comisión del hecho a distraer el pantalón ensangrentado del imputado”, agrega.