Vice pide acción contra culpables de matar a Donelly
Claman justicia. La vicepresidenta Raquel Peña pidió que caiga todo el peso de la ley contra los implicados
La vicepresidencia Raquel Peña visitó ayer a los familiares del niño Donelly Martínez, de 11 años, ultimado a manos de la Policía el pasado domingo mientras se encontraba con sus parientes disfrutando del carnaval de Santiago.
Peña instó a que al ministerio público actúe para que se haga justicia y que los implicados de esta pérdida cumplan todo el peso de la ley. “Es una situación muy difícil que esta familia está viviendo por la pérdida irreparable de su hijo”, expresó.
Los familiares de Donelly establecieron que esperan recuperar la esperanza tras conversar con la vicepresidenta y desean la expulsión del agente de la entidad policial.
Asimismo, reafirmaron que estarán presentes en el proceso de coerción del agente policial acusado, que se dará a conocer a las 9:00 de la mañana de hoy en el Palacio de Justicia de Santiago.
Alejandro Castro Cruz, alias Cocotico, es identificado como el miembro de la uniformada de Acción Rápida que en medio de un incidente por el volumen de una bocina, lanzó un disparo que impactó al adolescente de 11 años, hiriéndolo mortalmente.
Esta muerte ha conmovido a cientos de personas que se han lanzado a las calles de Santiago y desde el pasado domingo han protestado, reclamando a las autoridades que sean procesados todos los involucrados en este caso.
En medio del dolor y llanto un sinnúmero de personas dieron el último adiós al preadolescente el pasado martes en el Cementerio Municipal El Ingenio de esta ciudad.
Será hoy cuando se le conozca medida de coerción a Alejandro Castro Cruz, alias Cocotico, para quien el ministerio público está solicitando 12 meses de prisión preventiva.
La noche del lunes, mientras el ataúd estaba expuesto en su casa de Cienfuegos, Santiago, la gente se lanzó a las calles a reclamar justicia por la muerte del niño.
Tanto en la avenida Las Carreras como en Santiago Oeste marcharon y encendieron velas como forma de expresar la indignación sentida ante el trágico hecho, en reclamo de justicia.