Canciller la defiende
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, favoreció ayer el proyecto de ley de trata de personas, una pieza que, de ser aprobado, cargaría a los ciudadanos con la manutención de inmigrantes que ingresen al país.
Para defender el proyecto, Álvarez aprovechó el escenario de una actividad realizada la mañana de ayer en la sede del ente ministerial.
En efecto, acogió la idea de promulgar una nueva ley en la que los gobiernos tengan un deber y responsabilidad internacional con los migrantes víctimas de tráfico de blancas, para garantizarles protección y, en caso de delito, buscar a los culpables para que asuman las consecuencias.
“Necesitamos tener un nuevo proyecto de ley de tratas, porque en el caso hipotético de que una persona sea engañada y llevada a otro país, y sujeto en ese engaño a realizar labores a los cuales nunca dio su consentimiento de manera forzosa”, dijo el ministro.
Agregó que cuando esa persona logra salir de semejante situación, “el gobierno tiene el deber, la responsabilidad internacional de protegerle hasta que las autoridades de su país se encarguen de su situación”.
El funcionario también abogó por el principio internacional de “no devolución”, haciendo referencia a que es un asunto vigente desde antes de la segunda guerra mundial, “que tanto este gobierno como el anterior lo ha cumplido”.