Limpiavidrios: Trabajo informal que provoca pánico en los conductores

Los limpiavidrios que accionan en las calles y avenidas de la capital se lanzan sobre los automóviles sin esperar la autorización de los conductores. RAÚL ASENCIO/LISTÍN DIARIO
El repetitivo método de trabajo que muchos hombres, jóvenes y hasta niños han adoptado durante largos años en la República Dominicana, el cual parece haber estado ahí desde siempre, consistente en esperar que los semáforos de la ciudad cambien a rojo y rociar sin autorización el cristal delantero de los vehículos para limpiarlos con sus propios medios, genera pocas reacciones positivas.
“Miedo. Eso es lo que uno siente desde que se le pega un limpiavidrios en la calle. Esa gente ni pregunta, se te tiran arriba y ya”, expresó con furor una conductora en la en la vía pública, dándole paso a una cita que se convirtió en recurrente entre diferentes choferes entrevistados por el Listín Diario.
Pánico, desesperación y enojo, son otras de las emociones que aparentemente corroen a los automovilistas cuando, independientemente de que lo haga con actitud positiva o negativa, un limpiaparabrisas se lanza sobre su auto para realizar su informal trabajo sin recibir el aval de ellos.
Has alcanzado tu límite de artículos gratuitos
Por favor, regístrate ahora para seguir leyendo