Monte Plata, el éxtasis de sus fiestas patronales
La detonación de fuegos artificiales a ritmo de música folclórica anuncia el inicio de las fiestas patronales de Monte Plata. Su población es devota de la Virgen de la Altagracia, pero ahora la atractiva tradición no es como antes. Aunque todavía la chiquillada sale huyendo para escapar al peligro de las explosiones pirotécnicas.
En Monte Plata nadie se sustrae al éxtasis que provocan la cabalgata de caballos el día 19, los seductores bailes de atabales, el fervor religioso al sonar los panderos cristianos, la ofrenda de los Toros de la Virgen acompañada de la banda de música, entrada de los ramos a la ciudad, ondear de las banderas de los comisarios, repique de campanas y la procesión de la Iglesia Católica.
Todas estas manifestaciones culturales con características especiales tienen en esta ocasión un matiz novedoso, ya que coinciden por primera vez en su historia, con un titánico esfuerzo impulsado por sectores representativos de la provincia decididos a elaborar un plan estratégico de desarrollo económico y social.
Se proponen, en un orden de prioridades, potencializar proyectos de crecimiento en las áreas de producción agrícola y pecuaria, comercio, emprendedurismo, educación, tecnología, deportes, ecoturismo y otras conquistas, para una población que se proyecta en alrededor de 200 mil habitantes en sus 2,642 kilómetros cuadrados.
Para lograr estos objetivos, Monte Plata, como municipio cabecera; Yamasá, Bayaguana, Sabana Grande de Boya y Peralvillo ya han dado pasos concretos en varios encuentros. En la primera de estas reuniones participó como invitado especial el director de Listín Diario, Miguel Franjul, quien se declaró aliado de la provincia para la materialización de estas propuestas,
Los presidentes de la Cámara de Comercio y Producción, Ydal de los Santos; de la Asociación de Ganaderos, Pablo Contreras, y de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, Janel Ramírez; el senador Lenín Valdez, y el diputado Román de Jesús enarbolaron los propósitos colectivos de la iniciativa.
También se solidarizaron el director regional de Educación, Buenaventura de la Cruz, los dirigentes deportivos Fausto Severino e Isaac Ogando; los empresarios Raymundo Roy Uribe, Emil Trueb, Aladino Carrasco y César Villeta; los comerciantes Carlos Pérez y Omar Montes de Oca, el educador Francisco Beato, el politólogo José Bello y el director provincial de la Cruz Rojas, Gidel Ramírez.
Desde entonces los encuentros han continuado ensanchando la base de acción, para construir una mejor provincia. Exhibir con orgullo sus valores, sus entes de producción y sus impresionantes atractivos: cascada, saltos de agua, ríos, arroyos, valles, montañas y una envidiable ubicación geográfica.
Esta nueva oportunidad se asemeja al excitante momento que experimentan los monteplatenses durante nueve días, en cada uno de los acontecimientos peculiares de las fiestas patronales para venerar a Nuestra Señora de la Altagracia, madre protectora y espiritual de la República Dominicana.
O sea, que el reto no es exclusivo de quienes han tomado esta loable iniciativa, con el vehemente compromiso de desarrollar definitivamente a Monte Plata y sacarla de los niveles de pobreza que la mantienen postrada ante el calvario. Se espera que esta vez proscriban las dispersiones y se emprendan objetivos comunes.
Las fiestas patronales deben tomarse como punto de partida para catalizar una mayor integración. Ahí tenemos además, a los feligreses que sienten la presencia de Dios en el templo. Los devotos embriagados por los ritmos que retumban en la enramada de los palos y el tropel de la cabalgata.
También, tenemos a las multitudes arremolinadas en francachelas, cuando caen al borde de la locura en los confines de la Esquina de Tony y en la avenida Monseñor Fernando Arturo de Meriño. Todos ellos son parte de una región que merece renacer del olvido, la pobreza, la individualidad y el abandono.