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Obispos dominicanos ofrecen eucaristía en memoria de Benedicto XVI

Obispos dominicanos ofrecen eucaristía en memoria de Benedicto XVI. Foto: Victor Ramírez/LD.

Melanie CuevasSanto Domingo, RD

La Conferencia del Episcopado Dominicano celebró este miércoles una eucaristía en la Catedral Primada de América, en la que decenas de fieles y consagrados dominicanos acudieron para unirse a la Iglesia Universal por el descanso del papa Emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre.

La misa estuvo presidida por Freddy Bretón Martínez, arzobispo metropolitano de Santiago, quien durante su homilía resaltó la vida e intersección por el pueblo del papa Benedicto XVI, aún desde el silencio, tras su retiro.

“Solo Dios sabe el bien que le hizo a la Iglesia desde el silencio, orando. Solo Dios podrá valorar cabalmente, la obra realizada por el durante su ejercicio”, indicó.

Freddy Bretón destacó además la “sapiencia tan extraordinaria”, conocimientos teológicos, humildad y trato afable de Benedicto XVI, al tiempo que valoró como “injustos” y “furibundos” los comentarios que se realizaron sobre el papa, en los que lo tildaban de “ogro”.

El arzobispo aprovechó la oportunidad para calificar los “tiempos turbulentos”, en los que se encuentra el mundo y pedir intersección, por la Iglesia y el resto de la humanidad, asimismo pidió oración por el papa Francisco quien “ahora tiene una carga pesada”.

Cocelebraron junto al monseñor Bretón, Jesús Castro Marte, obispo de la diócesis Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey; Francisco Ozoria Acosta, arzobispo de Santo Domingo, entre otros obispos, obispos auxiliares y sacerdotes de las distintas diócesis del país.

Sobre el fallecimiento

Joseph Ratzinger, nombre original del pontífice, falleció el pasado 31 de diciembre a la edad de 95 años, en el monasterio del Vaticano.

El funeral del papa número 265 de la historia deberá ser celebrado por su sucesor Francisco, un evento sin precedentes en los dos mil años de historia de la Iglesia Católica.

Su muerte pone fin a la insólita convivencia de dos papas, los dos con sotana blanca: el alemán Ratzinger, un brillante teólogo ultraconservador y poco popular para las multitudes, y el argentino Jorge Bergoglio, un jesuita que ha querido un papado dedicado a los pobres y a los migrantes.

Decenas de fieles y consagrados han desfilado en la basílica de San Pedro en Roma, donde han estado expuestos desde el 2 de enero, mientras los asistentes rezan el Rosario.