En Los Ríos celebraron Nochebuena encima de escombros
En algunos hogares del sector denominado “Las ochocientas” en Los Ríos de esta capital, la Nochebuena pasó desapercibida por diversos factores mientras, en otros, sí trataron de “hacer algo para compartir” en el pequeño espacio que les quedó luego de que las lluvias arrastraran una parte de su vivienda.
Un arroz con gandules y pollo, fueron los únicos alimentos que elaboró Milagro Moreta para celebrar la tradicional cena navideña junto a su esposo, hijos y nietos, en una habitación que ahora funge como sala luego de las lluvias derrumbaran los dormitorios de la parte trasera.
La esperanza y desilusión, son dos de las características que envuelven a algunos residentes del sector que perdieron sus casas o fueron afectados de manera significativa debido a la crecida de la cañada que convergen en el sector por las torrenciales lluvias del 4 de noviembre.
En el callejón donde reside, sobre escombros, con la puerta semi abierta y tímida, contó a un equipo de LISTIN DIARO que realizó dos platillos navideños “para no dejar pasar la fecha en vano”. El bullicio de varios haitianos que sostenían una discusión en ese momento impedía que la tenue voz de Moreta se escuchara con claridad.
“Yo hice un morito ahí y pollo”, dijo con una sonrisa en su rostro al mismo tiempo que afirmaba que solo cocinó esos alimentos. En ese instante una de sus nietas se desayunaba con huevo y papas.
Al ser cuestionada sobre las ayudas que distribuyó el gobierno para los ciudadanos menos privilegiados, indicó que hasta el momento, no ha recibido ningún “bono navideño” ni apoyo para la vivienda afectada por las torrenciales lluvias.
Mostró a un equipo de LISTIN DIARIO como las lluvias destrozaron una habitación y el baño de casa, dejándolos a la intemperie para hacer sus necesidades fisiológicas. Detalló que acuden a un baño de una vecina mientras mostraba una estrecha esquina tapada con plásticos que habilitaron para bañarse.
Otra vecina de Moreta, identificada como Aurelina Jiménez, dijo que no hizo cena porque no se sintió motivada, sin embargo, indicó que la pasó “bien porque lo importante es estar vivo y que nada malo le pase a la familia”.
Mientras se disponía tejer sentada en una silla, confesó que no elaboró la cena por falta de recursos sino porque quería estar tranquila. “Yo no puedo hablar mentira, no hice cena. No quería embromar”, expresó alegre.
Leonardo, residente del mismo lugar y propietario de un pequeño colmado, resaltó que la pasó bien y sin tomar alcohol porque no es de su antojo.
Indicó que para las ayudas del gobierno no lo toman en cuenta porque tiene un negocio, aunque también las necesita. “No me miran, no me dan nada”, dijo señalando su establecimiento comercial a la orilla de la cañada.
Supuestamente, este tuvo que irse a vivir al sector La Esperanza, porque las corrientes arrastraron parte de su casa que todavía no ha podido reconstruir.
Preocupación por cloaca y desilusión
Expresó su preocupación por una cloaca que desemboca en la cañada luego de que las lluvias rompieran la extensión del tubo que la protegía. El hedor y las corrientes contaminadas eran evidentes en uno de los callejones.
Al acudir donde otros ciudadano afectados, no quisieron ofrecer información de sus condiciones alegando “que el gobierno no hará nada”.
Aunque no ofrecieron muchos detalles, indicaron que algunas autoridades han acudido al lugar esperanzándolos con que arreglaran la extensión de la cañada, sin embargo, “no confían” en que el Estado dominicano vaya en auxilios de ellos.
“Siempre dicen que van a hacer y que van a venir arreglar algunas cosas pero es mentira, de qué vale hablar”, dijo una mujer identificada como Isabel Herrera, quien estaba en compañía de su hijo de 29 que padece de problemas cerebrales.