Dos procesadoras de agua denuncian cierre irregular

Representantes de las procesadoras de agua Liana y Lily denunciaron ayer una serie de irregularidades detrás de la clausura de sus respectivos negocios por parte del Ministerio de Salud Pública.

Desde la forma en la que fue realizado el análisis de las aguas procesadas para la ingesta humana, hasta la notificación de cierre de los locales, son causantes de múltiples interrogantes entre los colaboradores de ambas empresas.

Aseguran que realizaron pruebas a las aguas de las mismas áreas y al mismo tiempo en que lo hicieron los intendentes del Ministerio de Salud Pública, obteniendo resultados contrarios y, por demás, positivos.

“Salud Pública vino y tomó una muestra de agua sin procesar, de la cisterna, y lo único que dijeron fue que tenía un bajo nivel de cloro, pero de allá para acá saltaron con que se encontraron bacterias que nunca han sido detectadas aquí, y sin notificar ni seguir el debido proceso vinieron y dispusieron que el negocio está clausurado”, dijo Pedro Rodríguez, dueño de Agua Liana, ubicada en el sector Los Guarícanos, en Santo Domingo Norte.

Distribuidores del Estado

Los representantes de las plantas de agua establecieron que no entienden los alegatos bajo los cuales Salud Pública decidió la clausura del negocio, sobre todo cuándo son proveedores del Estado y, más específicamente, de la propia intendencia de la Salud, como el caso de Agua Lily.

Una comisión de la envasadora aseguró que la empresa, ubicada en la avenida Hermanas Mirabal, entrada de la Colonia Los Doctores, Villa Mella, es incluso proveedora certificada del Estado dominicano.

“Son cosas que uno mismo no se explica, para que te rías, nosotros somos proveedores certificados del Estado. Agua Lily le suple agua a toda él área tres del Ministerio de Salud Pública aquí en la zona norte, a la mayoría de las escuelas públicas, a los bomberos, al Hospital Pediátrico Hugo Mendoza…”, contó Eilin Liriano, contable de la empresa y parte activa del área de laboratorio que indicó realiza exámenes diarios.

No obstante, aunque en ambas envasadoras el análisis realizado por las autoridades sanitarias detectó la supuesta presencia de patógenos, entre ellos la bacteria Vibrio, pseudomonas y entamoeba histolytica, aparentemente el proceso no fue lo suficientemente estricto ni claro para ellos.

Detalles del cierre

Según explicaron los dueños de las plantas de agua, el procedimiento debería funcionar de forma premeditada, agotando una serie de pasos que deberían resultar en que, en caso de encontrar algo que funcione mal en la entidad, avisar mediante notificación a los encargados para que se busque una mejora que de no suceder terminaría en la clausura.

Sin embargo, por lo que contaron los presentes, en ninguno de los lugares pasó de esa manera y se pretende dejar a la deriva a 150 familias que dependen de ellos, en el caso de la procesadora Agua Liana, y a otras 83, en la procesadora de agua Lily.