Provincias

Un “tour” entre tumbas

Nicho. La información que guardan las tumbas y sus arquitecturas sirven de atractivo para la oferta turística.

El cementerio conserva un muro íntegro de la pared original y, ante este, fueron fusilados los primeros mártires de la Restauración, en abril y mayo de 1863. FUENTE EXTERNA

La ciudad de los 30 caballeros se prepara a ser un polo turístico, y uno de los nuevos atractivos que ofrece la ciudad para los visitantes es un recorrido por la historia del centenario Cementerio de la Calle 30 de Marzo, un camposanto que es la última morada de, cuando menos, dos presidentes, políticos, empresarios, cineasta y figuras influyentes en la sociedad.

El recorrido busca exaltar los valores históricos, arquitectónicos y culturales, así como los personajes históricos y sus obras.

De acuerdo al historiador Papito Rivera, el cementerio de la 30 de Marzo data de 1839, aunque su tumba más antigua es de 1855. La capilla, una donación de la colonia libanesa en la ciudad, data de 1939.

A la entrada del cementerio se identifica el mausoleo a los caídos el 11 de enero de 1948. El equipo de beisbol que representaba a Santiago había tenido dos partidos en Barahona y, a su regreso por la zona de Río Verde, Yamasá, el avión cayó, muriendo todos los miembros del equipo y sus acompañantes. Es una estructura de 1953.

El cementerio conserva un muro íntegro de su pared original, y ante este fueron fusilados los primeros mártires de la Restauración, en abril y mayo de 1863, producto del levantamiento de Santiago, previo a la gesta patriótica.

La más antigua

La tumba más antigua del cementerio es el Mausoleo de Cipriano Mallol, nacido en Canet, Cataluña, el 6 de abril de 1795 y fallecido en Santiago el 1 de noviembre de 1855. Sin embargo, el varón del cementerio es otro.

Joryi Morel, el destacado pintor dominicano, oriundo de esta ciudad y fallecido en 1979, es otra de las figuras que descansan en este camposanto.

En el cementerio de Santiago hay tumbas que fueron encargadas, incluso, a Italia, como es el caso de Augusto Espaillat, uno de los cuatro grandes comerciantes de esta ciudad a finales del siglo XIX, construida por Primo Fontana de Carara Italia.

Los otros tres comerciantes que también conservan tumbas son José Ovalles, Manuel De Jesús Tavares y José Manuel Glass, hecha en mármol de Carrara a un costo de 15,000 francos por el escultor Oreste Bardi, llegó al país a partir de 1895 por el puerto de Sánchez, en piezas de varias toneladas, transportadas hasta La Vega en ferrocarril y traídas aquí en carretas tiradas por bueyes.

Tumbas de presidentes

Sobre los presidentes, aún se conserva la tumba vacía de Ulises Francisco Espaillat, muerto en Santiago en abril de 1878, y llevado al panteón nacional en 1976. De igual modo, Eladio Victoria y Antonio Guzmán descansan aquí.

En el cementerio se identifican las tumbas de Juan Bautista Pérez, Arturo Grullón, las educadoras Ercilia Pepín y Ana Caona Almonte. Igualmente, tiene tumbas de judíos y libaneses destacados en la ciudad.