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¿Somos los dominicanos realmente xenófobos o racistas?

Alvaro Alvarez P.Santo Domingo, RD

Comparto en este artículo mi punto de vista y, probablemente, el de la mayoría de los dominicanos, respecto al tema haitiano y los supuestos maltratos a los ciudadanos de esa nación. Algunos países nos tildan de xenófobos y racistas y observamos dos razones principales en todo esto: o alguien con cierto poder está dirigiendo una campaña sucia e intencional para hacernos daño, sin que las autoridades concernientes verifiquen la realidad de los hechos, o quisiera creer que es por una razón de pensamiento egocéntrico de solo ver la parte que quieren o les interesa ver.

Hasta ahora, no tenemos ninguna evidencia de casos concretos al respecto. De lo que sí hemos sido testigos presenciales, es del maltrato físico y verbal de ciudadanos haitianos, como fueron los casos de un adulto mayor porque éste solo darle $50 por “cuidar” su vehículo en una calle. El Señor trató de justificarse alegando que eso era lo que él acostumbraba a dar y que no hay ninguna ley que obligue a gratificar o pagar por estacionarse en la calle. Eso no le sirvió de nada para librarse de la cantidad de palabrotas e insultos aquí no editables del que fue víctima. Otro caso fue el de un señor mayor en una gasolinera, quien le llamó la atención a dos haitianos que se transportaban en un motor por no respetar el orden de llegada y fue agredido físicamente. Gracias a la intervención de un grupo de personas que estábamos allí presentes, no pasó a males peores. Podría seguir ofreciendo testimonios de actos similares o peores, pero no es el propósito de este artículo.

¿Somos Xenófobos?, seguro que no, pues mundialmente somos reconocidos como un pueblo alegre, amable y de buen trato hacia los extranjeros, sin importar su raza, color o credo. A quienes sí rechazamos es, a los que vienen con sentimientos de rencor, de agresividad y de costumbres inaceptables según nuestros patrones, sin importar el país de donde procedan.

¿Somos Racistas? No creemos haya muchos dominicanos que no tengan una persona de color en su familia, o no tengan un amigo, o compañero de color. Inclusive sabemos que hay muchas personas de color que poseen “don de gente” mucho más desarrollado que las de no color. Puede que queden reminiscencias del término “racista” en nuestra cultura, pero, según se visualiza la conformación étnica de nuestra sociedad actual, no pasará mucho tiempo para que ese término desaparezca completamente.

El problema de los haitianos no es su color o su nacionalidad, sino que, lamentablemente componen un pueblo que es en su mayoría indisciplinada, de naturaleza muy agresiva, y muchos de ellos con malos hábitos y costumbres. Es cierto que no todos son así, pero lamentablemente, la mayoría de los que ingresan al país muestran ese tipo de conductas.

Varios países latinoamericanos han acogido grupos de haitianos como gesto humanitario, teniendo que, algunos de ellos, devolverlos a su país natal, por no querer o no poder adaptarse a las costumbres y las leyes de los países que los acogieron.

Las potencias o países desarrollados no tienen esos problemas con los nacionales haitianos, ni con los de ninguna otra nacionalidad, pues tienen leyes y normas claras y estrictas que se aplican rigurosamente a todos, y, extranjero que no las cumple, paga sus consecuencias.

Maltrato. Hay instituciones y políticos haitianos que manejan muy bien la propaganda negativa para crear el sentimiento de víctimas. No creemos, que las autoridades dominicanas apliquen la potestad de repatriar extranjeros de manera diferente a como se realiza en la mayoría de los países civilizados. No hemos visto ningún video que indique violación de derechos en las deportaciones de extranjeros por autoridades dominicanas. Por el contrario, algunos videos que circulan en las redes sociales demuestran que, esos nacionales son deportados de manera “muy poco cordiales” de otros países.

Es lamentable que no tengamos una frontera blindada, para evitar el cruce permanente de extranjeros ilegales y así evitar las deportaciones. Todavía no estamos ni cerca de proceder como lo hacen muchos países desarrollados, donde solo dejan entrar a personas del área o profesión que necesitan. Si quienes nos critican llevaran estadísticas, podrían constatar que existe un incremento continuo de ilegales en nuestro país desde hace ya muchos años. Hace poco vimos por TV una entrevista a uno de los deportados que había sido devuelto decenas de veces y siempre volvía. Si retorna tantas veces, de seguro que no fue maltratado anteriormente. Aparte de eso, debemos tomar en cuenta que cerca del 85% de las parturientes en algunos de nuestros hospitales próximos a la frontera son de nacionalidad haitiana.

No sabemos si ese resentimiento que sienten los haitianos por los dominicanos proviene de la época en que ellos fueron usados como mano de obra barata y prácticamente sin privilegios, o porque piensan, que por ellos haber invadido y gobernado toda la isla durante 22 años en el siglo XIX, la isla entera les pertenece. A esas personas, les recomendamos leer la historia de como nacieron, se establecieron y desarrollaron las dos naciones colindantes en esta isla. Además, sería bueno recordar las veces en que Haití ha invadido la RD y las veces en que RD ha invadido Haití. Entonces, ¿quiénes son los agresores?

Yéndonos un poco más lejos, para aquellos que predican por una integración de las dos naciones, tenemos una pregunta: ¿Cómo pretenden que la RD logre algo que un contingente de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (MINUSTAH), con todos sus recursos, desde junio 2004 hasta octubre 2017, no pudo lograr?. Que mencionen una sola razón por la cual la RD debe asumir ese reto y retroceder una enorme cantidad de años, luego de que nos ha costado tanto trabajo alcanzar el pequeño progreso que hemos logrado hasta ahora?

Sabemos que, para lograr la estabilidad de Haití, se necesitan grandes recursos en material humano y económico, pero con un pírrico retorno de ganancias. ¿Será por eso por lo que la solución más cómoda sea la de cargarle ese peso a la RD?

Para concluir, sugerimos a esas naciones, a las ONG’s y demás instituciones, que obtemperen la oferta de Senegal, quien generosamente ha ofrecido a Haití, tierras y facilidades para que puedan establecerse y disfrutar de una mejor calidad de vida.

No es mi intención ofender a nadie con estas aseveraciones. Solo he querido compartir mis sentimientos y el de muchos dominicanos, para que aquellos países u organizaciones involucrados en el tema haitiano reflexionen un poco mas profundo y busquen la realidad de la situación.

Rezo por la paz en el mundo.