Centro de retención está en marcha lenta

La espera. Del futuro del “moderno centro” prometido por el director del Intrant solo se conoce su dirección.

Espacio abierto, con muestras de tierra removida, donde se ha proyectado la instalación del centro de retención de vehículos. /Jorge Martinez

Espacio abierto, con muestras de tierra removida, donde se ha proyectado la instalación del centro de retención de vehículos. /Jorge Martinez

Desde su llegada a la dirección del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), en agosto de este año, Hugo Beras ha dejado establecido, en más de una ocasión, que su principal cometido es transformar el centro de retención de vehículos.

No obstante, prontamente sus intenciones cambiaron y, tras calificarlo como obsoleto, en octubre pasado Beras indicó que el Canódromo entraría en fase de cierre y se empezaría a trabajar para una rápida entrada en operación del nuevo parque de vehículos.

Sin embargo, desde entonces todo ha seguido un vaivén, entre anuncios y posibilidades, llamadas de alerta a los dueños de vehículos retenidos y presión a través de los medios de comunicación.

También se hacía referencia a una cercana subasta a la que serían sometidos las unidades; incluso, fue confirmada la orden de venta de los terrenos en los que funciona el Canódromo.

Nada nuevo

Mientras tanto, por el momento, del futuro y “moderno centro” que prometió el director del Intrant solo se conoce, de manera oficial, que está ubicado en la avenida Circunvalación, sin más detalles.

Desde hace meses, periodistas de Listín Diario han hecho intento por conseguir informaciones específicas sobre el lugar, en particular la ubicación directa, de lo que solo encuentran evasivas, nada de respuestas concretas.

Esto llevo a hacer un “peinaje” del área, para confirmar el estado en que se encuentra el parqueo de retención, en proceso de alistamiento.

Así luce el lugar

Este sitio está ubicado en la cernacía del distrito municipal La Cuaba, en la avenida Circunvalación, de Santo Domingo Oeste.

No obstante, la señal más clara de lo que será, entre una carretera vacía, parecen ser los grandes letreros a ambos lados de la calle en los que se lee “Si tomas alcohol no manejes”.

Igual de vistosos, aparecen los trabajos en la tierra en un sitio completamente rodeado de árboles, y vacío donde poca cosa, por no decir nada, se ve alrededor.

Desde la entrada, marcada por un cordón, se puede ver el inmenso terreno en el que al menos diez hombres trabajan.

Lo que no es discutible es la presencia de un topógrafo, un ingeniero de la obra, su segundo a cargo, un custodio y una cantidad de operarios aparentemente proporcional a los cuatro camiones que, al momento de la estadía de los reporteros, permanecían ahí.

Inicio de trabajos

La habilitación del espacio para el nuevo centro de retención de vehículos empezó en febrero de este año, antes de que Hugo Beras tomara la dirección del Intrant, pero a día de hoy todavía permanece en una fase de preparación inicial, en la que se acomodan los niveles de tierra y camiones de carga llevan de un lado a otro grandes cúmulos de tierra.

De vista, se ubica en primera instancia el cubículo del sereno, cercano a la entrada, y más a lo lejos, una pequeña construcción de la que los que parecen sus materiales.

Las proyecciones

A pesar del revuelo y de que el Estado parece apuntar a una corrida hacía el cierre del Canódromo, las acciones que se visibilizan muestran lejanía de esto.

Con notable normalidad, entre las quejas, principalmente de los motoristas, los vehículos fiscalizados actualmente en Santo Domingo por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), siguen siendo llevados a la avenida Monumental 54.

Entre tanto, una gran pila de arena y leves movimiento de un solo equipo, no parecen un avance o indicio para una entrega muy próxima del parque al que no se le ha dado nombre y que contempla una estación de combustible, estar de chofer, área de recepción, sala de espera y área de caja.

También, de monitoreo y seguridad, comedor, estacionamiento, depósito de vehiculos, área de chatarreo, un taller y otras.

De forma indistinta a esto, quienes trabajan en el lugar afirman que, con respecto a como lo conocieron, han avanzado “muchísimo”.

Aunado a eso, se destaca la resistencia de los operarios a responder inquietudes de los periodistas, asegurando que, incluso a ellos, no se les proporcionó más que las limitados informaciones.