El nuevo Canódromo, una promesa en el tiempo
El lugar está ubicado en el distrito municipal de la Cuaba, en la avenida Circunvalación, de Santo Domingo Oeste, no obstante la señal más clara de lo que será, entre una carretera vacía, parecen ser los grandes letreros a ambos lados de la calle en los que se lee “Si tomas alcohol no manejes”.
Desde su llegada a la dirección del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), en agosto de este año, Hugo Beras ha dejado establecido en más de una ocasión que su principal cometido para lo que le augura de gestión es crear una transformación en el centro de retención vehicular actual.
No obstante, prontamente sus intenciones cambiaron y, calificándolo como obsoleto, en el pasado mes de octubre Beras indicó que el Coco entraría en una fase de cierre y se empezaría a trabajar para la rápida entrada en funcionamiento de las instalaciones del nuevo parque vehicular.
Sin embargo, desde entonces solo ha existido un vaivén entre anuncios y posibilidades. Llamadas de alerta a los dueños de vehículos retenidos y presión a través de los medios de comunicación sobre la cercana subasta a la que serían sometidos sus autos, incluso fue confirmada la orden de venta de los terrenos en los que todavía funciona el Coco.
Mientras tanto, del futuro y “moderno centro” que prometió el director del Intrant, solo se conoce de manera oficial que está ubicado en la avenida Circunvalación, sin más detalles.
Desde hace meses atrás, periodistas del Listín Diario han hecho el intento de conseguir informaciones específicas sobre el lugar, sobre todo en torno a la ubicación directa, recibiendo evasivas sin respuestas concretas que los llevaron a peinar el área para confirmar el estado en el que verdaderamente permanece el parqueo de retención en proceso de alistamiento.
Cómo luce el lugar
El lugar está ubicado en la cernacía del distrito municipal de La Cuaba, en la avenida Circunvalación, de Santo Domingo Oeste, no obstante la señal más clara de lo que será, entre una carretera vacía, parecen ser los grandes letreros a ambos lados de la calle en los que se lee “Si tomas alcohol no manejes”.
Igual de vistosos, aparecen los trabajos en la tierra en un sitio completamente rodeado por árboles y vacío donde poca cosa, por no decir nada, se ve alrededor.
Desde la entrada marcada por un cordón, se puede ver el inmenso terreno en el que, por adivinar, podemos decir que algunos 10 hombres trabajan, pero lo que es indiscutible es la presencia de un topógrafo, un ingeniero de la obra, su segundo a cargo, un custodio y una cantidad de operarios aparentemente proporcional a la los cuatro camiones que al momento de la estadía de los reporteros, permanecían ahí.
Según fuentes ajenas, la habilitación del espacio para el nuevo canódromo empezó en el mes de febrero, antes de que Hugo Beras tomase la Dirección de Intrant, pero a día de hoy todavía se permanece en una fase de preparación inicial en la que se acomodan los niveles de tierra y camiones de carga llevan de un lado a otro los grandes cúmulos de tierra.
De vista, se ubica en primera instancia el cubículo del sereno, cercano a la entrada, y más a lo lejos, una pequeña construcción de la que los que parecen sus materiales permanecen ahí.
Proyecciones
A pesar del revuelo y de que los intereses del Estado parecen apuntar una corrida hacía el cierre del Coco, las acciones que se visibilizan muestran lejanía.
Con notable normalidad, entre las quejas, principalmente de los motoristas, los vehículos fiscalizados actualmente en Santo Domingo por la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), siguen siendo llevados a la avenida Monumental 54.
Entre tanto, una gran pila de arena y leves movimiento de un solo equipo, no parecen un avance o indicio para una entrega muy próxima del parque al que no se le ha dado nombre y que contempla una estación de combustible, estar de chofer, área de recepción, sala de espera, área de caja, monitoreo y seguridad, comedor, estacionamiento, depósito vehicular, área de chatarreo, un taller y otras.
De forma indistinta a esto, quienes trabajan en el lugar afirman que, con respecto a como lo conocieron, han avanzado "muchísimo":
Aunado a eso, es importante destacar la resistencia de los operarios a responder cualquier inquietud de los periodistas, asegurando que incluso a ellos, no ses proporcionó más que las limitadas informaciones de lugar para realizar su trabajo.