La República

Muere Josefina Padilla, luchadora antitrujillista y la primera candidata a la Vicepresidencia de América

La información fue confirmada por varias instituciones del Estado

Josefina Padilla Deschamps.

Redacción DigitalSanto Domingo, RD

Murió el pasado domingo Josefina Padilla Deschamps, quien fue la primera mujer candidata a la Viceprecidencia en América, así como una de las líderes del movimiento antitrujillista.

La información fue confirmada por varias instituciones del Estado, aunque no fue especificada la causa de la muerte de la también excatedrática.

Los restos de Padilla, viuda de Rafael Augusto Sánchez, otro luchador en contra de la tiranía, serán expuestos en la Funeraria Blandino a partir del mediodía de este lunes, hasta la tarde del próximo martes.

Padilla, nacida en Santiago en 1924, se inició en el mundo de la política en el Movimiento Juventud Democrática, inicialmente de manera clandestina, aunque poco a poco se fue manifestando de manera pública.

“Fui miembro del Movimiento Juventud Democrática porque tenía conciencia de lo que estaba pasando en mi país y quería contribuir con la causa, que era concienciar a la juventud de que no se podía quedar de brazos cruzados ante un gobierno déspota”, dijo Josefina a LISTÍN DIARIO en una entrevista de 2013.

Antitrujillista

En la referida conversación con este medio, Padilla afirmó que su casa fungió como una especie de “comando”, asegurando que eventualmente fue identificada por el tirano Rafael Leónidas Trujillo como opositora al régimen.

Sin embargo, la etiqueta de “antitrujillista” le afectó en sus estudios.

Según recuentos de la hoy fallecida, ingresó a la entonces llamada Universidad de Santo Domingo en 1943, pero por su posición política le impidieron seguir estudiando medicina.

Luego, en su faceta como docente, fue despedida de un colegio porque padres de estudiantes no querían a una “comunista” (aunque ella no lo era) le enseñara a sus hijas.

“Cuando me identificaron como antitrujillista me prohibieron continuar mis estudios de medicina en la universidad y no me dejaban practicar en los hospitales. Después de la Guerra Mundial logré graduarme de médico y trabajaba en el hospital Padre Billini, pero dando clases en un colegio de niñas fui expulsada porque los padres no querían que sus hijas fueran educadas por una comunista. Yo no era comunista, era social demócrata, pero a todos nos metían en el mismo saco”, dijo.