Enfoque
La medicina que cura y enferma
El efecto de las políticas monetarias comienza a curar la peor enfermedad de la economía: LA INFLACIÓN.
En Estados Unidos, después de 4 aumentos de tasa por parte de la FED, que la han llevado a un rango de 3.75%-4%, comienza a surtir su efecto bajando la inflación en octubre al 7.7% de un 9.1% en junio. Y todo ello, a pesar de que los salarios han aumentado un promedio de 6%.
Sin embargo, la tasa de desempleo, por la misma medicina, también subió de 3.5% a 3,7%. Y seguirá aumentando en la medida en que el crédito y el consumo se contraen por las alzas en los tipos de interés.
Aunque el crecimiento de Estados Unidos se expandió a una tasa anual de 2.6% en julio-septiembre, la tendencia es que continúe bajando, cerrando el año en alrededor de 2.3% (FMI), la mitad del crecimiento estimado a principios del 2022, antes de la invasión de Rusia a Ucrania.
Igualmente, el mercado bursátil, ante el anuncio de la fuerte caída de la inflación, recuperó en una semana parte del terreno perdido en los días previos, asumiendo que la FED moderará el próximo aumento de tasa antes de finalizar el año.
¿Y nosotros qué? Como la economía dominicana baila al ritmo de la economía norteamérica aquí también la medicina está surtiendo un doble efecto. Después de aumentar la tasa de política monetaria de 3% en noviembre del 2021 a 8.50% actual, la inflación ha bajado 150 puntos y al mes de octubre registrando un 8.24% interanual, de un 9.74% registrado en marzo y un 6.21% acumulado en el año. Pero el crecimiento registró al mes de septiembre un 5.4% interanual, cayendo 0.9%, respecto al registrado en enero de un 6.3%. A pesar de eso, sigue siendo un crecimiento alto por efecto del crédito, cuyas tasas se ajustan gradualmente por el exceso de liquidez. Otro indicador de los efectos dañinos de la medicina es el Índice Mensual de Actividad Manufacturera (IMAM), que registró un descenso en septiembre en relación con agosto. Pasó de 60 a 49.9, debido a bajas del volumen de ventas, de producción y plazo entregas suplidores, con incrementos en los inventarios de materias primas y empleo, esto último muy importante.
Cuando el IMAM se ubica por debajo del umbral de los 50 puntos refleja condiciones y perspectivas económicas no favorables. Pero este índice es muy cambiante y a fines de año siempre aumenta.