Comerciantes también sufren pérdidas por torrenciales
Desde que una torrencial lluvia sorprendió la capital dejando un sinfín de estragos en hogares de personas que residían en condición de vulnerabilidad, diferentes organismos del Estado han tratado de mermar las consecuencias realizando donaciones de todo tipo a los afectados.
Sin embargo, esa ayuda no ha llegado a los comerciantes de Los Ríos, donde la pérdida invaluable de sus mercancías los convirtieron en parte céntrica del círculo de los perjudicados.
“El gobierno debería saber que nosotros también fuimos afectados y que necesitamos ayuda. En este negocio hay cuatro empleados y todo lo que se podía perder, se perdió”, dijo Solido Moreta dueño de “Ferretería y Provisiones Soliman”, presentándose como uno de los negocios que quedó en mejores condiciones en la zona.
En el caso del “Mercadito Brunache”, todavía en el día de ayer su dueño y familia realizaban una limpieza intensiva, tanto de la estructura física como a los productos, tratando de salvar lo poco que se mantuvo cerrado e impenetrable ante la corriente de agua.
Bolsas de habichuelas rojas que lucían infladas por el tiempo sumergidas en agua, permanecían en la entrada del local que en su interior resguardaba a más de cinco personas limpiando el lodazal de los sobres de sazón, botellas de refresco, detergentes y otros productos, mientras el dueño trataba de encontrar una respuesta para el futuro de su negocio.
“El mismo viernes en la mañana, nosotros hicimos una compra de alrededor de 200,000 pesos en arroz que habrá que botar. Todo se dañó. Desde ese día estamos limpiando y no hemos podido terminar porque es mucho el trabajo”, afirmó Jordanie Brunache, hijo del dueño del negocio.
Levantamientos
Colmados, almacenes, talleres, salones, comedores y decenas de negocios de diferentes tipos que sufrieron pérdidas gigantescas y afirman que por sí mismos no podrán reponerse, sobre todo cuando quienes gerencian esas pequeñas empresas viven también en la zona y los daños también tocaron sus hogares.