Luz solo quedó con sus gatos y la necesidad de mano amiga
Dolor y tristeza. Un golpe en su pie derecho, que no trató a tiempo y hoy está a punto de perderlo, mientras tiene problemas en venas del corazón, pero aún así intenta salir adelante.
Doña Luz María Castillo, a sus 58 años, con una vida sumergida entre el dolor y la tristeza, se le suma una complicación de salud y la necesidad de una mano amiga, ya que tras un golpe en su pie derecho, el cual no se trató hoy está a punto de perderlo y teniendo problemas en las venas del corazón.
Hace casi un año del suceso que intervino en el estado de salud, la cual recibe atenciones en el Hospital Salvador Bienvenido Gautier.
“Cuando me dolió, no le puse atención, lo dejé así. Después, me continuó doliendo, entonces la sangre se me acumuló y el pie, al no circular la sangre, se me reventó, cuando Iba bajando con mis sobrinos, tropecé y choqué, no me dolió inmediatamente, sino a los 6 o 7 días después”, explicó Castillo.
Luz María lleva una operación para la recuperación de su salud y posible amputación de su miembro derecho, aún espera la respuesta por parte de la aseguradora de riesgo de salud “Senasa Subsidiado”, para la probación de su cirugía y de un estudio médico que lleva por nombre “Angiotomografía” de la aorta abdominal y miembros inferiores y según sus familiares esta tiene un precio RD$43,000.
“En el Senasa nos dijeron que había que internarla para hacerle el estudio, duró una semana interna y todavía estamos esperando la respuesta de la cirugía y el estudio, ese pie va de mal en peor, los médicos ven eso”, habló Basilia Castillo, hermana de la afectada.
La soledad desde una época temprana ha golpeado la vida de Luz María, ya que perdió su único hijo a causa de un infarto cuando este tenía 25 años y desde ese entonces se ha mantenido entre la siembra de flores y plantas ornamentales en su jardín y la crianza de animales.
La gata Aneth y sus descendientes son la compañía de la mujer, quienes vigilan sus acciones y la mantienen entretenida dentro de sus carencias económicas y de la salud.
Aún con la supuración y el desgarre de su pie, intenta salir hacia adelante como puede.
La casa y la cañada
El que ha sido el hogar por 19 años de Luz María, a las orillas de una cañada que sirve de como desembocadura de los baños del entorno y hasta de basurero para la comunidad.
Al ser llevada a Santiago por una de sus hermanas para ser cuidada, al regresar se encontró con su casa literalmente vacía, ya que desaprensivos habían entrado a robar lo poco que poseía y sin hallar los culpables.
“Se me llevaron todo, la estufa, lavadora, ese estante estaba lleno de platos, vasos, cucharas y me lo dejaron vacío, antes de irme había lavado mi ropa interior y las sabanas, cubrecolchones y toda la ropa de cama, cuando llegué no encontré nada”, narró con aflicción Luz.
Luz es residente en el sector de los Alcarrizos.
Apoyo
Por la caridad de los moradores ha salvado la estadía en su hogar, ya que le han facilitado un anafe para poder hacer su café de las mañanas, algunas sabanas y otros utensilios para que logre desenvolverse dentro de sus posibilidades, puesto que las condiciones que presenta su pie casi al borde de la podredumbre, no tiene el desplazamiento necesario, esta sale a realizar como puede sus necesidades como ir al colmado entre otras cosas. Una sola división en blocks y un espacio en el que se junta su baño al descubierto. “Vivo sola, no tengo a nadie, tengo pocos recursos, así es que estoy, antes del golpe, yo me dedicaba a lavar, a limpiar, ya no puede hacer eso”, detalló Luz María.