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Sube la lista de los que han muerto estando presos en cuarteles PN

Sucesos. Tanto en 2020 como en 2021 se registraron en cárceles las muertes de Manuel Eufemio Tejada Vargas y de José Guillermo Méndez.

Familiares y amigos David de los Santos reclamaron justicia por su muerte./ archivo

María Tejada LorenzoSantiago, RD

En los últimos meses se han presenciado diversas muertes en destacamentos policiales del país, casualmente todas tienen algo en común, pese al tiempo transcurrido de investigación, todavía se “desconoce” con certeza quién o quiénes son los autores de esos crímenes.

La muerte más reciente fue la de Adonis Espinal, de 37 años, quien murió el pasado martes en una celda del destacamento de la Policía Nacional del sector El Ejido, en esta ciudad, luego de que este llegara herido tras una golpiza que le propinaron porque supuestamente había robado varios objetos.

Cuando los parientes de Espinal acudieron al día siguiente al Instituto de Ciencias Forenses (Inacif) a retirar el cuerpo, confirmaron la versión de que a su pariente lo “habían agarrado” con dos puertas de hierro que se había robado y pretendía vender, y este fue sorprendido por un grupo de personas que lo golpearon en el sector Cienfuegos, en el distrito municipal de Santiago Oeste.

De acuerdo a lo denunciado por familiares, la muerte de Espinal se produjo por “falta de atenciones médicas”.

Mientras la Policía Nacional informó que ya está investigando el hecho. Esta muerte ocurrió a pocos días de que asignaran al general Ramón Samuel Azcona como nuevo titular de la Dirección Regional Cibao Central, el 12 de octubre.

Richard Báez

A esta muerte se le suma Richard Báez (El Barbero), quien murió por lesiones hechas luego de ser apresado por la Policía Nacional, y presuntamente establecerse que se trató de un “homicidio”.

Báez, de 30 años, murió a principios de abril en el Hospital Regional José María Cabral y Báez, siendo determinada la causa de muerte como un “trauma contuso craneoencefálico”, otra similitud con el caso de David de los Santos, quien estuvo detenido en el destacamento del ensanche Naco, en Santo Domingo.

Eran RD$30 mil que El Barbero y familiares alegaban le habían quitado los policías que lo detuvieron y lo golpearon. El apresamiento se produjo en la comunidad El Semillero, en Cienfuegos.

El 27 de mayo, la magistrada Yiberty Polanco, impuso tres meses de cárcel al capitán Manolo Aquino, encargado de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) en Cienfuegos, así como al segundo teniente Vladimir Joel Jerez Suárez.

Al primer teniente Manuel de Jesús de la Cruz se le impuso impedimento de salida del país y garantía económica de RD$500 mil, a través de una compañía aseguradora. Además, deberá presentarse ante la fiscalía el último viernes de cada mes durante todo el proceso. El capitán Aquino y el segundo teniente Jerez Suárez deberán cumplir la sanción en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres, de esta ciudad.

Los abogados de la familia de la víctima se mostraron conformes con la decisión, porque dos se quedarán presos y otro con impedimento de salida del país.

David de los Santos

Probablemente el caso más sonoro de esta lista es la muerte de David de los Santos, de 24 años, quien falleció en mayo pasado tras recibir una golpiza “por parte de los agentes de turno” luego de estar detenido en un destacamento del ensanche Naco.

De acuerdo con el reporte preliminar de la Policía, David fue retenido en primera instancia por empleados de seguridad de la plaza, luego de que habría sufrido “una crisis mental y le dijo unas palabras a una señora, la cual se sintió amenazada”.

El documento emitido por el Ministerio de Salud Pública dice que De los Santos recibió atenciones médicas, y en el recuadro de causa de muerte tiene la “x” que marca homicidio y por “trauma contuso craneoencefálico severo”. Las muertes violentas en destacamentos policiales han sido frecuentes en los últimos.

En ocoa

José Gregorio.

José Gregorio Custodio, de 38 años, fue detenido el 17 de marzo acusado de amenazar a su pareja, en la provincia de San José de Ocoa. Presuntamente se dijo que falleció por los golpes que recibió en el cuartel.

Katiuska Ferrera, médico del Inacif de Azua, descartó los golpes.