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El 6 de octubre de 2019: El día que partió al PLD en dos

En sus casi 50 años de existencia, el partido morado ha enfrentado al menos cinco grandes crisis

Danilo Medina y Leonel Fernández.

Danilo Medina y Leonel Fernández.

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Helenny AmparoSanto Domingo, RD

Una separación dentro de una organización política fue el terreno donde germinó la semilla que dio como fruto al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al cual su fundador, Juan Bosch, regó con aguas de disciplina y unificación que con el tiempo no pudieron repeler las malezas de división que le corroían las raíces.

En sus casi 50 años de existencia, el partido morado ha enfrentado al menos cinco grandes crisis que le han subido por el tronco de la organización y han afectado y hasta tumbado algunas ramas. Hace tres años y diez días fue algo más que unas ramas.

El más reciente de estos casos se registró hace solo 3 años, cuando una diferencia por la modalidad en la que se realzarían las elecciones primarias para elegir a sus candidatos presidenciales, congresuales y municipales previo al certamen electoral de 2020, agrietó un área del PLD que finalmente terminaría por desprenderse.

De cara a la contienda los principales aspirantes eran Carlos Amarante Baret, Temístocles Montás, Andrés Navarro, Reinaldo Pared Pérez, Francisco Domínguez Brito, de los cuales surgiría quien se enfrentaría contra el expresidente Leonel Fernández en su proceso de selección interna.

Sin embargo, a semanas de concluir el plazo de la Junta Central Electoral (JCE) para que de los distintos partidos se inscribieran los precandidatos, el exministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, se añadió a la lista y posteriormente fue escogido con la modalidad de encuestas.

Castillo fue impulsado por todo el sector danilista, que dirigía el gobierno. De hecho, antes de su selección como candidato de la corriente del entonces presidente, se produjeron las renuncias de Reinaldo Pared Pérez y de Carlos Amarante Baret, quienes alegaban un apoyo desproporcionado desde el gobierno.

Es así como Castillo y Fernández llegan a las urnas el seis de octubre de 2019.

En el proceso eleccionario al que el exministro llegó arrastrando una creciente popularidad, pero el ahora dirigente de la Fuerza del Pueblo se mantenía encabezando las diferentes encuestas internacionales, identificó entre ambos un total de 1,797,156 votos válidos.

De acuerdo con los informes de los resultados computados con un mecanismo de voto automatizado implementado por la JCE, esta cifra se repartió en 48.72 % para Castillo, equivalente a 911,923 votantes, y un 47.29% para Fernández, lo que representaba 885,233 votos.

Tras conocerse los resultados, fraude y auditoria fueron dos de las palabras más comunes en titulares y noticias de seguimiento al escenario postelectoral, debido a que Leonel Fernández denunció irregularidades en el proceso y exigió la realización de una indagatoria forense de los equipos utilizados para evaluar que no haya ocurrido un hackeo para beneficiar a su contrincante.

Con el triunfo de Castillo, lo que inicio como un malestar o diferencia de ideas se expandió por toda la organización fertilizado por anteriores protestas frente al Congreso Nacional por los intentos de Danilo Medina de modificar la constitución para repostularse.

No había terminado ese controvertido octubre de 2019 cuando formalmente Fernández anunció mediante un discurso su formal salida del PLD, y también informó que trabajaría para desde una nueva plataforma política aglutinar a la oposición y “sacar del poder al sector que lidera el presidente Danilo Medina”.

Esa nueva siembra dio como cosecha a la Fuerza del Pueblo, a la cual migraron de inmediato Rafael Alburquerque, Bautista Rojas Gómez, Franklin Almeyda y Radhamés Jiménez, entonces miembros del Comité Político del partido morado.

A esta organización se sumaron también los senadores Dioni Sánchez y Félix Bautista, que fueron candidatos en la boleta del expartido oficialista.

Otras crisis

1978

La del 2019 ha sido la más reciente, pero ha estado precedida de otras como la de 1978, cuando se produjo una rebelión que propició la renuncia de su secretario general, Antonio Abreu, y un grupo de dirigentes.

1982

Cuatro años después volvieron a vivir una situación similar, en esa ocasión, la convulsión se debió a la “conveniente” victoria perredeísta en los sufragios de 1982, tras la cual Bosch tuvo que enfrascarse en una serie de explicaciones a sus militantes del papel jugado por su partido en ese proceso y de cómo “se ganaba perdiendo”.

En medio del conflictivo escenario Juan Bosch presentó su renuncia como presidente del PLD, para ser solo “Miembro y nada más” y se expulsó a Rafael Alburquerque, quien luego fue vicepresidente del país con Leonel Fernández. También se procedió a la elección de Lidio Cadet como secretario general.

1999 y 2015

Otras dos fricciones fueron en 1999 y 2015. Esa última se debió a las intenciones de modificar la Carta Magna para habilitar a Medina para las elecciones y la primera en el marco de la selección de Danilo Medina como candidato presidencial al derrotar con 860 votos (52.5% de los 1,899 organismos registrados) a Jaime David Fernández Mirabal, 642 votos (39.2%).

En tanto, la crisis de 1999 fue debido a denuncias de irregularidades de los seguidores de Jaime David Fernández Mirabal, precandidato que perdió internamente contra Medina, y aseguraban “se había corrompido las bases” utilizando malas artes, como regalos adquiridos con recursos del Estado, designación en puestos de trabajo, abultamiento de nóminas, secuestro de militantes, uso de palabras hirientes y que permeó la estructura con grupos políticos marginales que lo apoyaban, todas estas acciones prohibidas por los estatutos.

En detalle

Patrón

En al menos cuatro de los cinco conflictos que han corroído al PLD los desacuerdos poselectorales generales o internos han sido un masificador de crisis de unidad en la estructura política.