Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Literatura

De ignorarlos a vivir “por y para los libros”

Editor: David Trías es el responsable de difundir a las escritoras Isabel Allende y Julia Navarro. Según su punto de vista, la lectura le acompañará siempre.

Editor David Trías en las instalaciones del Listín Diario, Foto: Raúl Asencio / LD

Editor David Trías en las instalaciones del Listín Diario, Foto: Raúl Asencio / LD

Avatar del Listín Diario
Yadimir CrespoSanto Domingo, RD

Los libros siempre han convivido con él y, aunque en el principio fue por circunstancias ajenas a su voluntad, ha decidido que lo acompañarán toda la vida.

David Trías, editor español, hoy es director ejecutivo en Peguin Random House, un grupo editorial con más de 10,000 autores y 39 premios Nobel en sus catálogos. Bajo su dirección están dos sellos muy conocidos por los amantes de la literatura en español: Aguilar y Plaza Janés.

Su llegada hasta aquí ha sido resultado del destino, pues el amor que hoy expresa hacia los libros no inició hasta su adolescencia.

Era un niño bastante despistado que creció en una casa llena de libros, con una madre que era profesora y un padre filósofo, el reconocido intelectual Eugenio Trías, a quien hace varias décadas le fue otorgado el título Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Quizás como rechazo a la figura de mi padre, dice, estaba todo el día jugando al fútbol. Lo más que leía eran los cómics, como Tintín o Los Cinco, “pero siempre había algo más divertido de hacer que leer un libro”.

Entre los 13 y 14 años empezó a redactar, escribía diarios propios de la adolescencia y desahogaba en páginas de pequeños cuadernos todas sus experiencias de aquel entonces, principios de la década de 1980.

En uno de esos veranos, dos autores latinoamericanos marcaron el inicio de su pasión por la literatura. Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez lo hechizaron con “La ciudad y los Perros” y “Cien Años de Soledad”, respectivamente.

“Y de repente dije: ¿por qué le dabas la espalda a todo esto cuando es tu mundo?”, cuenta a periodistas de Listín Diario durante un desayuno en el periódico más longevo de República Dominicana, “y a partir de ahí fue una historia de amor que no paró y vivo por y para los libros”.

Ni siquiera en vacaciones o fuera del ámbito laboral descansa de ellos. En una calurosa playa anda con un libro en mano y, en la comodidad de su habitación, la mesita de noche no tiene espacio para otro más.

“No me canso de leer ni de tener curiosidad, es un mundo tan gigantesco y tan eterno que siempre está ahí y me hipnotiza”, agrega con brillo en los ojos antes de señalar con honestidad que solo las lecturas obligatorias le cansan e, incluso, en momentos le causa frustración el hecho de dedicarle tantas horas a leer profesionalmente, “cosa que me impide leer por placer”.

De comunicaciones a editor Lleva 25 años en el sector. Ingresó a ese mundo como auxiliar de comunicaciones de la casa editora, aunque su carrera universitaria fue Historia del Arte. En ese departamento estuvo por tres años y fue gracias al trabajo cercano con periodistas que obtuvo la habilidad de no desconectarse de la ficción, aunque su fuerte no es esta.

Recuerda que en sus primeros años, su despacho se iba llenando de manuscritos de papel y, pese a los avances, el panorama no cambia mucho. En la última década ha aumentado la recepción de borradores digitales, pero su deleite es leer y corregir en papel, a pesar de que puede costar doble trabajo. Del otro modo le resulta incómodo.

Afortunado Pero eso de hacer sugerencias y correcciones al autor es a lo que menos se dedica, ya que como director de dos sellos editoriales se le demanda más en aspectos ejecutivos. Aunque no es el caso de Julia Navarro ni de Isabel Allende, autoras con las que ha trabajado y que describe como el hito de su carrera, por lo que se siente “afortunado”. Pese al honor de colaborar con estas reconocidas escritoras, el libro que más le ha emocionado editar fue uno de su hija, “lleno de surrealismo, ilusión y pura poesía” para su cumpleaños número 10.

Los nuevos escritores Para quienes tienen ese anhelo de ser escritores y ver sus obras publicadas, insta a intentarlo ya que solo tienen que seguir escribiendo. La globalización permite, desde el punto de vista de Trías, que se acerquen a grandes sellos editoriales, con alcance internacional, para proponer sus obras.

“La gente más joven se acerca a la editorial y quiere que le publiquemos; antes imprimían los manuscritos y los mandaban, ahora ya es rápidamente por redes”, narra sobre experiencias recientes.

Etapas del proceso editorial Solo tienen que superar el primer paso: que los editores se sientan atraídos por el texto. Luego, el editor debe seducir al autor “para que publique su obra con la editorial y no con alguna casa de la competencia”.

El siguiente proceso es pasar a la etapa de realización, la más técnica, en la que se acompaña al autor para que la obra salga de la mejor manera posible. En tercer lugar, la publicación y distribución del libro. Finalmente, la promoción y en este punto la expectativa es clave.

“Para que haya una buena venta, cada vez es más importante que haya una preventa”, puntualiza como recomendación final.

“Si no existe la posibilidad de conectar con el lector se hace mucho más difícil mantener los públicos”, dice. Esto se ha convertido en un reto para el sector, el cual ha enfrentado gracias a un equipo de editores jóvenes y conectados que le ofrecen ideas frescas y actuales, así como también contenidos atractivos para seguir interesando a los jóvenes en el consumo de libros.

Este último grupo es el que más consume. “La división de manga, cómics y novela gráfica ha tenido una eclosión apabullante e inesperada en España y todo el mercado globalizado”, lo que se ha extendido a los autores y de la necesidad de un espacio para estos jóvenes que se expresaban en redes sociales surgió la colección “Verso y cuento”, un espacio para que jóvenes artistas se expresen más allá de las redes.

Las medidas los han beneficiado para defenderse de las “amenazas” de la industria y la competencia en el mercado editorial, auxiliados además por el uso de datos o big data, y redes sociales muy personalizadas y direccionadas a audiencias distintas.

Tags relacionados