El relato de un delivery: “Dios me ha salvado la vida tres veces”
Trabajo. Manuel espera sanarse pronto de la pierna para volver a trabajar y poder sostener a su familia.
Los sucesos que en seis meses ha enfrentado Manuel Geraldo Santos y su familia se encaminan a la esperanza.
Este delivery abandonado dos veces a su suerte, primero en marzo, cuando fue chocado por una yipeta y luego en abril, despachado del hospital Juan Pablo Pina, sin operarlo ni referirlo a un centro traumatológico, afrontó el sábado 24 un nuevo peligro que pudo acabar con él, su esposa y sus hijos.
Las aguas de la tormenta Ian derribaron un poste del tendido eléctrico, de cemento, frente a su vivienda de zinc y solo unos cables chocaron el techo de su habitación. Todos salieron huyendo, excepto él que no se puede valer por sí solo.
Ahora está operado dos veces, por las gestiones del doctor Julio Landrón, director del hospital Ney Arias Lora, quien inmediatamente se enteró del reportaje publicado en Listín Diario, el día 14 de este mes, lo mandó a buscar en una ambulancia.
Dos días después fue operado, y el lunes siguiente (el 19), sometido a otra intervención, en el fémur, tibia y peroné.
Le repararán vivienda
El tratamiento médico se lo suministra el Gabinete de Políticas Sociales del Gobierno por disposición de su director, Tony Peña Guaba, quien garantizó que la vivienda será reparada.
Cuenta que “Peña Guaba ha estado atento. Mandó a buscar la receta y me envió los medicamentos en medio de un aguacero” a la vivienda en la comunidad rural de La Cabria, del municipio de Yaguate, en San Cristóbal.
Igual ayuda recibió al desplomarse el poste del tendido eléctrico. Llegaron los bomberos, el 911 y una unidad de Edesur. “Quitaron la luz y me sacaron en camilla hasta esta casa donde todavía me encuentro. Estoy esperando ir el jueves al hospital a una cita para retornar a mi casa, aunque está casi cayéndose”.
Peña Guaba le ha dado seguimiento a esta familia desde que conoció el caso de Manuel. Se ha comunicado con el director del hospital y a Listín Diario le comunicó que se harían cargo del caso de Manuel y su casa será reparada. También conversó con el director del hospital Ney Arias Lora para saber cómo evolucionaba el paciente.
Se le llenó de agua
En un video filmado por uno de los hijos de Manuel se observa como el agua corría por la casa y este decía, “mami esto parece un río”. Ellos comenzaron a desviar el agua, y fue cuando notaron que el poste estaba a punto de caer.
“Fue algo que habría que verlo para poder creerlo. Yo estaba en la habitación, y los muchachos, como estaba entrando mucha agua, se pusieron a hacer zanja para desviar el agua. El más grande dijo que el poste de luz se estaba inclinando, y los mandé a salir de ahí, como a los dos minutos se desplomó”, narra Manuel.
“Gritó, salgan que el palo de luz se está cayendo y ellos salieron corriendo a buscar auxilio. Me apié de la cama y me paré, sin poder, pero tuve que tirarme de nuevo, porque no me puedo sostener y desde ese día siento mucho dolor… ella se desesperó, empezó a llorar porque no podía ayudarme. Yo digo que fue cosa de Dios que desvió un poco y en lugar de caer encima de la casa, cayó al frente”.
Sigue explicando que “fue un momento muy feo, feo, yo me apié y me lastimé la cirugía y no lo sentí, pero de ahí para acá siento mucho dolor”. Está convencido que Jehová es quien dirige a las personas que lo están ayudando, entre ellos vecinos y sus clientes, de la pequeña pizzería de Yaguate, donde hace de delivery. “Eso no es otra cosa que la mano de Dios obrando”.
Esperanza de tener una casa.
“Ay, qué bueno, Dios mío, eso es algo que yo lo voy a agradecer eternamente porque no tenemos ningún tipo de calidad de vida y así dormiríamos tranquilos porque la vida de mis hijos no correrá peligro”, indica Manuel.
Con las lluvias se mojaron las camas, y pocos ajuares están a salvo. Sigue recibiendo arroz y víveres de vecinos y amigos.“Estoy esperando sanar de esta pierna para volver a trabajar, y seguir echando a mi familia hacia adelante. Que estudien y puedan ser profesionales y tener mejor vida.
Los teléfonos para contactarlos 809-885-8546 (de Geraldo) y el de su esposa Yokaira el 829-874-1128.