En Haití, “las calles escupen ira”
Tras la decisión del gobierno de revisar al alza el precio de los productos derivados del petróleo, se notaron movimientos de protesta en la capital de Puerto Príncipe y otras ciudades provinciales.
No parece haber vuelta atrás en Haití. La gente espera lo peor y está buscando vías para huir.
República Dominicana está en máximo estado de alerta y vigilante en todo el cordón fronterizo.
El Gobierno haitiano no parece listo para echar para atrás su medida de aumento al precio de los combustibles y la agitación violenta en las calles sigue firme en el propósito de expulsar del poder, a las buenas o las malas, al Gobierno.
Ante estos acontecimientos, Canadá, como efecto de este contexto de tensión en las calles, se ha unido a España y Francia al ordenar el cierre de su embajada en Puerto Príncipe.
“Debido a los eventos en Port-au-Prince, los servicios al público de la Embajada de Canadá en Haití estarán cerrados este miércoles 14 de septiembre”, según lee un tuit de la sede diplomática canadiense.
Mientras tanto, se ha conocido que República Dominicana ya envió una misión responsable de la protección de sus recintos diplomáticos en el convulsionado país.
No solo están atacando allí a fuerzas del gobierno. Están ahora ensañados contra la instalaciones y sedes de las misiones extranjeras y a más de los secuestros y asesinatos, siguen asaltando, incendiando y robando bancos.
Una imagen de vídeo recoge el momento cuando un encapuchado haitiano arrea la bandera de México de su embajada, mientras se oyen gritos cerca de los que podrían ser parte de acompañantes del autor de esta violación.
Tras la decisión del gobierno de revisar al alza el precio de los productos derivados del petróleo, se notaron movimientos de protesta en la capital de Puerto Príncipe y otras ciudades provinciales. Esta explosiva situación hizo que varias embajadas en Haití cerraran sus puertas.
Uno de los últimos crímenes que han sacudido a este país fue el de la joven Marie Lydie Duvivier, asesinada en Tabarre, no lejos de la embajada estadounidense, mientras resistía un intento de secuestro.
Tras el crimen, sus asesinos exigieron el pago de 100.000 dólares para entregar el cuerpo a los padres de la víctima. Duvivier era gerente de cuentas de clientes en la compañía de telefonía móvil Digicel y fue miembro del medio Unenews.
Desde hace varios días, Port-au-Prince y varias ciudades de provincias, incluidas Les Cayes, Gonaïves y Petit-Goâve, han estado bajo fuerte tensión debido a las protestas y violencia.